¿No Más Fiestas?

Descubra lo que implica ser la mamá de 12 niños, leyendo los sabios consejos sobre crianza de niños brindados por nuestra "Super Mamá" residente.

Las fiestas de cumpleaños son muy agotadoras, y el hecho de tener que agregarlas a mis tareas diarias es algo bastante aterrador, es por ello que a pesar de que me siento muy feliz al festejarles fiestas de cumpleaños a mis hijos, debo reconocer que los cumpleaños involucran al menos mucho trabajo, tiempo y nerviosismo.

En mi calidad de mamá de varios niños (12 para ser exacta), descubrí que tal mezcla de sentimientos es una parte muy natural de la infancia y del crecimiento de mis hijos.

De hecho, cuando mis hijos se daban cuenta de que eran demasiado mayorcitos/as como para celebrar fiestas de cumpleaños en su casa y con ayuda de su mamá, me sentía aliviada al tener que actuar como anfitriona y anunciar con templanza que mi hijo/a se estaba acercando al final de una etapa plena de despreocupaciones en su vida.

La última fiesta de cumpleaños

Sucedía cada vez que alguno de mis hijos cumplía nueve años. Los niños más pequeños planificaban sus fiestas de cumpleaños durante todo el año, pero al cumplir los nueve años comenzaban a mostrarse reacios/as a festejar sus cumpleaños cada vez que la fecha se iba avecinando.

Al final, abordaban el asunto y lo conversaban conmigo, dejándome saber que esa iba a ser su última fiesta de cumpleaños.

Es algo inevitable, y doloroso. Cuando llegue ese momento a su vida, ambos deberán dejarlo pasar. Es un rito de paso, el hecho de que los niños descubran que ya son demasiado mayorcitos como para continuar celebrando fiestas de cumpleaños en sus hogares.

Ellos se encuentran transitando el pedregoso camino que los llevará desde la infancia hacia la adultez, y gran parte de ese camino implica el descubrir los hitos y las normas sociales establecidas. Es una camino difícil de transitar, pero usted siempre podrá estar junto a su hijo/a para ofrecer su ayuda.

Algo que costó más que el PNB (Producto Nacional Bruto) de un país

Su hijo/a de nueve años querrá celebrar el memorable día en el que festejará su última fiesta de cumpleaños de una manera diferente y especial. Uno de mis hijos cumplió nueve años en el mes de Diciembre, y ésto implicó la preparación y la celebración de una fiesta más extensa, con más invitados, refrescos más sofisticados que los que usualmente solemos brindar, y premios más modernos y divertidos para los invitados que ganaran los diferentes juegos que se organizaron en la fiesta.

A pesar de que esta fiesta terminó costándonos más que el PNB de un pequeño país, le dí toda la libertad de acción que necesitaba como para que dicha fiesta fuera diferente, y a sus ojos, aceptable para sus amigos.

Durante la planificación, le recordé a mi hijo que a comienzos del siguiente año, sólo podremos darle fondos para que pueda invitar a unos pocos amigos en la pizzería o en la hamburguesería local. Y afortunadamente su carita de alivio fue más que contundente y visible.

Existe una manera para que su hijo/a se sienta especial en este cumpleaños sin tener que pasar vergüenza ante sus amigos/as. El hecho de llevar a sus amigos/as a un restaurante donde sirvan comida rápida siempre será apropiado.

El lugar elegido seguramente será sumamente frecuentado por niños de mayor edad y por adolescentes; y a medida que vaya limitando la lista de invitados a no más de cinco amigos, usted finalmente se dará cuenta de que su hijo/a ya no le estará dando tanta importancia a la fecha de su cumpleaños y que ya no pensará que ese es un tan especial.

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