Batallas por No Querer Comer Sobras de Comida

Descubra lo que implica ser mamá de 12 niños, leyendo los sabios consejos sobre crianza de niños que ha proporcionado nuestra "Súper Mamá" residente.

Sobras, otra vez???

"Ahhhh, Mami…¿¿¿sobras, una vez más???"

Y aquí comienza la batalla. Usted sabe…la batalla para lograr que sus hijos coman la comida que no han querido comer la primera vez que se las preparó, o, a veces, la que les pareció sabrosa la primera vez que la probaron, pero al comerla tantas veces ahora rechazan, y ésto los lleva a negarse a comer la comida que les sirve en sus platos.

Varias de mis amigas se apegan a la teoría que afirma que: eso es todo lo que hay, y si no comen eso, deberán quedarse con hambre. Si están hambrientos, la comerán tarde o temprano. Y allí se termina todo el dilema.

Conservar mis ideales y no dejarme amedrentar

Ésto no funciona para mí. Mis hijos son sumamente testarudos. No es su culpa. Verá, yo soy testaruda; y ellos tiene mi caracter, es por ello que la culpa es toda mía. Por esta razón los compenso dándoles una amplia variedad de cosas.

O al menos, esa es mi excusa para tratar de explicar por qué no doy el brazo a torcer. Considerado desde este punto de vista, es posible que yo no sea tan testaruda como pensaba. Quizás, no soy testaruda en lo absoluto.

El hecho es que si les sirvo sobras de otras comidas a mis hijos, ellos se rehúsan a comerlas hasta que les sirva algo diferente, o, esperan a que mágicamente aparezca alguna comida que a ellos les guste en sus platos a la hora de cenar.

A veces, para tratar de convencerme se quejan y me preguntan cuando tiempo más los dejaré con sus estómagos adoloridos por estar vacíos. Simplemente pasarán horas y horas haciéndome saber lo cruel que soy con ellos, y yo - por mi parte - me iré sintiendo cada vez más incómoda y culpable a medida que vayan pasando las horas del día. Al final habrá llegado la noche y ellos todavía no habrán comida nada. No, no estoy lista para soportar semejante culpabilidad.

Adoptando una actitud firme 

A decir verdad, pienso que algunas personas pueden pensar que malcrío a mis hijos, y que el mal comportamiento no es algo que vaya a desaparecer por darles los gustos.

Debo reconocer que soy muy delicada a la hora de comer y mis hijos han desarrollado un paladar muy sensible. Pamplinas, casi puedo escucharla diciendo: "sólo adopte una actitud firme y todo se solucionará de una vez por todas. Ellos no se resistirán a comer la comida que les prepara para siempre".

Pero, verá, no puedo ni siquiera soportar pensar que están hambrientos, o sentirme responsable por no darles algo que les guste para que coman antes de irse a acostar por las noches. Todo ésto es mi culpa, sólo mi culpa. En realidad, es la forma en la que me veo reflejada en los ojos de mi familia.

Sé que estoy haciendo todo lo posible para que mi familia tenga lo mejor de lo mejor, y también sé que ellos podrían ser un poco más agradecidos y tener en cuenta los esfuerzos que realizo los días en los que debo prepararles alguna comida a base de sobras de comidas anteriores.

Es por ello que ahora estoy tratando de hacer todo lo posible para dar vuelta la página y cambiar mi actitud. Me quedaré mirando fijamente mi propia imagen reflejada en el espejo, y me diré a mí misma: "Eres una ama de casa maravillosa".

Por ello comenzaré a servir comidas elaboradas con sobras de otras comidas cuando no pueda preparar comidas recién cocinadas. Me mantendré firme. Ellos no se morirán de hambre, de eso estoy segura.

¿¿¿Acaso la escucho haciendo apuestas al respecto???.

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