Intoxicaciones o Envenenamiento de Bebés y Niños

Las intoxicaciones ocurren cuando una substancia tóxica es tragada, inhalada, absorbida por la piel, salpicada en los ojos o inyectada. Cuando los bebés y los niños pequeños se intoxican, frecuentemente sucede debido a su natural curiosidad y deseos de explorar el mundo.

¡Ésto - con frecuencia - los lleva a que se coloquen todo lo que encuentran en su camino dentro de sus bocas!. Dependiendo del tipo y de la cantidad de veneno consumido; el daño causado puede llegar a ser temporal o permanente.

En los casos más extremos, el envenenamiento puede llegar a ser fatal. Es por ello que es sumamente importante que usted - en su calidad de mamá- esté atenta a los síntomas de envenenamiento o intoxicación, y que sepa qué hacer si piensa que su hijo/a o su bebé ha sido envenenado.

Tipos de Envenenamiento o Intoxicación, y Síntomas

Los síntomas del envenenamiento pueden desarrollarse en pocos minutos, en horas o incluso en el transcurso de los días en caso de que su hijo/a o su bebé hubiera consumido algún tipo de substancia tóxica o venenosa.

Durante las primeras etapas podría ser fácil confundir el envenenamiento con el desarrollo de algún virus estomacal, con resfríos o con angina. Por otra parte, los bebés y los niños pequeños tampoco sabrán ni serán capaces de decirle qué es lo que han comido o bebido que les haya podido causar este problema.

Es así que usted debería estar atenta a todas las cosas que los rodean. ¿Hay algún contenedor o envase vacío, paquetes que contengan píldoras o botellas cerca de los niños?.

¿El niño/a ha estado solo/a en el jardín de su casa o en la cocina?. ¿Cuál fue la última comida que ingirió su hijo/a?. (El hecho de haberle dado accidentalmente comida intoxicada a su hijo/a, por supuesto, se transformará en la peor pesadilla para cualquier padre; es por ello que sin importar cuán bien limpie su cocina, nunca debería descartar esta posibilidad).

Los casos más típicos de envenenamiento que pueden ocurrir en el hogar son los siguientes:

1. Envenenamiento por ingestión de substancias químicas para limpiar la casa - los químicos que pueden estar esparcidos por toda la casa, como por ejemplo; lavandina o lejía, detergente, perfume, etc. frecuentemente son atractivos para los niños, y en caso de ser ingeridos por los mismos pueden dañar su sistema digestivo. Si alguna substancia química lograra ingresar al torrente sanguíneo del niño que la ingirió o que estuvo en contacto con ella, la misma podría llegar a esparcirse por todo el organismo, y podría causar daños generalizados muy serios. Dependiendo de la substancia química ingerida, los síntomas podrían incluir: vómitos (quizás con vestigios de sangre), somnolencia o pérdida del conocimiento y dolor o sensaciones de ardor o quemazón.

2. Envenenamiento por ingestión de drogas - se ha demostrado que los niños tienden a agarrar los medicamentos de venta libre y los medicamentos recetados de sus padres y a tragárselos. Si sus píldoras poseen colores vistosos serán mucho más atractivas ante los ojos de un niño. Los analgésicos, los antialérgicos, y especialmente las drogas ilegales o recreacionales pueden ser sumamente perjudiciales para los niños pequeños. Los síntomas pueden variar desde: vómitos, dolor abdominal, temblores, sudoración, delirio y pérdida de conocimiento.

3. Envenenamiento por ingestión de alimentos - los alimentos contaminados con bacterias o alguna clase de virus pueden enfermar seriamente a los niños. La bacteria de la Salmonella y del E. coli (frecuentemente encontradas en la carne) son uno de los principales factores causantes de envenenamiento por ingestión de alimentos en el hogar. Los síntomas incluyen: vómitos, diarrea (posiblemente con pérdida de sangre), calambres estomacales, mareos, jaqueca, fiebre y somnolencia. El mayor peligro que acarrea el envenenamiento por ingestión de alimentos es la deshidratación por pérdida de fluidos corporales, causada por los vómitos y por la diarrea.

4. Envenenamiento causado por contacto o consumo de plantas - algunas plantas poseen hojas y frutos venenosos. Por lo general, las bayas o los frutos coloridos se vuelven extremadamente atractivos ante los ojos de los niños. Si son consumidas en pequeñas cantidades, estas hojas y bayas pueden llegar a causar vómitos y calambres estomacales. Dependiendo de la planta en cuestión, mayores dosis podrían provocar apoplejías e incluso podrían ser fatales. El hecho de comer ciertos tipos de setas salvajes podría causar alucinaciones; siendo éste un efecto frecuentemente buscado por los adultos que utilizan drogas recreacionales, pero absolutamente aterrador para los niños pequeños.

5. Envenenamiento causado por la ingestión de alcohol - el alcohol es fácilmente accesible en la mayor parte de los hogares, e incluso la ingestión de pequeñas dosis podría enfermar o descomponer seriamente a un niño. Los síntomas incluyen: vómitos y alteración del estado de conciencia. El niño que haya ingerido alcohol podría sentir mucho frío debido a la dilatación de los vasos sanguíneos causada por el mismo. Ésto provoca que el organismo pierda temperatura. Un gran riesgo causado por el envenenamiento por consumo de alcohol es que el niño podría inhalar o asfixiarse a causa de los vómitos cuando se encontrara inconciente.

¿Qué Debería Hacer?

Si piensa que su hijo/a ha sido envenenado o se ha intoxicado , llame a su doctor y siga sus instrucciones al pie de la letra. Si su doctor de cabecera no estuviera disponible en ese momento, llame a los servicios de emergencia.

Si el niño/a estuviera inconciente, debería llamar a una ambulancia inmediatamente. Luego debería colocar al niño/a en una posición en la que pudiera recuperarse (recostado sobre uno de sus lados, con la parte inferior de sus piernas flexionada y la parte inferior de sus brazos estirada hacia abajo para que pueda brindarle apoyo; luego debería elevar su barbilla para poder despejar sus vías respiratorias y colocar su cabeza hacia abajo para permitir que el vómito salga de su boca).

Mientras espera que llegue la ambulancia, debería tratar de determinar qué ha consumido su hijo/a y qué cantidad de dicha substancia ha consumido. Si fuera posible, lleve un poco de lo que su hijo/a hubiera consumido y a alguien que la acompañe hasta la clínica o el hospital en donde el cirujano atenderá a su hijo/a. El personal médico también querrá saber cuánto pesa su hijo/a.

Recuerde no inducir el vómito A MENOS QUE el doctor se lo haya indicado o que un profesional médico entrenado le haya enseñado cómo hacerlo y le haya indicado que lo haga. (Si su hijo hubiera tragado lavandina o lejía - por ejemplo - será particularmente peligroso que vomite). Asimismo, sólo dele leche para beber a su hijo/a u otra clase de líquido si el doctor se lo permitiera.

Tratamiento Hospitalario

En el hospital, a su hijo/a probablemente le administrarán una gran dosis de carbón inactivo para evitar que su estómago absorba el veneno. El carbón inactivo puede encontrarse habitualmente en forma de píldoras y puede comprarse en cualquier farmacia.

La dosis que contienen estas píldoras es muy pequeña como para ser efectiva en caso de envenenamiento, por lo cual no debería sumistrárselas a su hijo/a a modo de remedio. Es absolutamente esencial que lleve a su hijo/a a un hospital o a una clínica en donde puedan someterlo a un tratamiento médico realizado por profesionales.

Evitando las Intoxicaciones y los Envenenamientos

Como sucede con cualquier elemento peligroso para los niños; es mejor prevenir que curar cuando hablamos de intoxicaciones o de envenenamientos. Es imposible vigilar a su hijo/a las 24 horas del día; pero existen ciertos pasos que debería llevar a cabo para evitar envenenamientos hogareños.

Recuerde que los envases coloridos seguramente captarán la atención de los niños, por lo cual deberían ser seguramente guardados y mantenidos fuera de su vista y de su alcance.

Nunca coloque substancias peligrosas o tóxicas en botellas alternativas o en envases usados para beber, como por ejemplo: en una botella de refresco vacía. Los lugares en los que podrían encontrarse substancias tóxicas en su hogar son los siguientes:

1. La cocina - esta sala se encuentra habitualmente repleta de productos de limpieza, de detergente en polvo, de detergente líquido, etc. Todos estos artículos deberían ser colocados fuera de la vista y del alcance de los niños.

2. El cuarto de dormir y el cuarto de baño - lo mismo sucede con algunos jabones, champués con fragancia, productos de belleza, geles, etc. Es así que debería colocar todos estos productos sobre su cómoda o sobre el tocador. Los adultos usualmente dejan sus medicamentos en sus habitaciones. No hace falta decir que cualquier tipo de droga ilegal nunca debería guardarse en una casa donde habitaran niños, ¿entendido?.

3. La sala de estar o el escritorio - asegúrese de que los gabinetes que contienen botellas de alcohol estén muy bien trabados, y que los cigarrillos y el tabaco no puedan ser encontrados ni alcanzados por los niños. Los dispositivos electrónicos que haya en la sala de estar también podrían contener baterías o pilas de mercurio. El mercurio es extremadamente peligroso si fuera consumido.

4. El jardín - el jardín puede contener arbustos y bayas o frutos venenosos. Trate de evitar tener esa clase de plantas si fuera posible. Por otra parte, nunca compre plantas de interior venenosas. Si tiene un cobertizo repleto de herbicidas, combustible para encender el fuego de la parrilla, etc.; manténgalo siempre cerrado.

Por último, pídale a sus invitados o a los huéspedes que visiten su hogar, que sean cuidadosos y que no dejen sus bolsos, cigarrillos o bebidas alcohólicas al alcance de los niños.

Cuando usted esté visitando la casa de algún/a amigo/a o familiar, vigile de cerca a sus hijos; especialmente si sus amigos o familiares no tienen hijos pequeños y por ello quizás no son concientes de los potenciales peligros para los niños.

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