La Importancia de Ser Abuela

Descubra lo que implica ser la mamá de 12 niños, leyendo los consejos sobre crianza de niños brindados por nuestra "Super Mamá" residente.

Mi abuela falleció cuando yo era tan sólo una pequeña niñita de 5 años, pero aún sigo recordándola. Cada vez que recibía un obsequio, guardaba los moños. Dichos moños eran almacenados en una caja de caramelos gigante, y la misma era guardada en un lugar especial sólo para mí.

Cuando la visitaba, iba derecho a retirar 'mi' caja de moños. Me encantaba sentir las diferentes texturas y ver la amplia gama de colores que poseía en mi colección.

Las vacaciones ya no eran las mismas

Mis 12 hijos tuvieron la mala suerte de crecer miles de millas alejados de sus abuelos. A pesar de que teniamos muy buenas razones para irnos a vivir tan lejos de ellos, la culpa no disminuyó al pensar en que estábamos privando a nuestros padres y a nuestros hijos de construir una relación importante y plena de amor.

La carencia también era visiblemente palpable para mí como mamá. No podía llamar por teléfono a mamá cada vez que necesitaba algún sabio consejo de su parte; y ella tampoco podía ayudarme con las tareas domésticas y con el cuidado de los niños cuando no me sentía bien. Las vacaciones no eran iguales sin nuestra familia, tampoco.

El final de un cuento de hadas

Hicimos lo mejor que pudimos para tratar de seguir adelante y tratar de no hacer notar la ausencia de dicha relación entre mis hijos y nuestros padres, pero nada volvió a ser igual.

Tres de nuestros hijos mayores pasaron un largo período de tiempo viviendo con nuestros padres y la pasaron de maravillas, ese fue el bello aunque tardío final de una historia de hadas.

Nuestros padres se sentían realmente muy alegres y orgullosos con las personas en las que se habían convertido mis hijos, y nosotros nos sentíamos sumamente alegres al saber lo que pensaban de ellos.

Actualmente, mis dos hijas mayores - ambas mujeres - tienen sus propios hijos. ¡Ésto hace que mi hijo de siete años se haya transformado en un tío muy joven!.

Mi teléfono suena varias veces al día cuando una o varias de mis hijas casadas me piden consejos sobre una amplia variedad de temas; desde la dentición de los niños o posibles habilidades cognitivas, hasta trastornos de conducta.

Mis hijas pueden llegar a tener sus propias peleas de adolescentes conmigo, pero saben quién estará siempre disponible para ayudarlas cuando las cosas se complican.

Mis nietos/as saben que soy una abuela que se recuesta en el piso para poder jugar con ellos. No temo hacer ruidos ridículos, y me siento realmente feliz al escuchar largos y tartamudeantes recitales sobre la saga de anécdotas que han experimentado en la escuela.

Cuando voy a visitarlos a sus casas, les leo los libros que ellos/as mismos/as crean, o incluso les leo sus libros favoritos al menos 15 veces seguidas.

Consintiéndolos demasiado 

Mis hijas aman venir a casa los fines de semana y dedicarse a descansar. Yo me dedico a cambiar pañales y a malcriar con todo el corazón a mis adorados nietos.

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