Estableciendo una Rutina para la Hora de Ir a Dormir

Aquí le presentamos un serie de consejos que realmente ayudarán a los niños a descansar sus agotadas cabecitas sin pensar en la amenaza de una fisión nuclear ni en nada parecido: establecer un ritual.

El ritual, tal y como sucede con la situación general en la mayor parte de las actividades creativas creará un ritmo que podrá calmar y que le permitirá a su hijo/a escuchar los latidos de su corazón mientras lo abraza o lo tiene cerca, o lo ayudará a tratar de adaptarse a las exhalaciones e inhalaciones de su propia respiración. El ritual puede ser simple o rebuscado. Pueden ser muchas cosas, o sólo una.

Si su hijo/a siempre respeta los mismos pasos para la hora de irse a dormir, éste será una especie de ritual. ¡Si está buscando consejos sobre crianza, el establecimeinto de un ritual será sumamente invaluable y poderoso!.

Por ejemplo: en mi hogar, seguimos este orden todos los días:

  • Limpiar los juguetes
  • Cenar.
  • Ponerse los pijamas.
  • Colocar la ropa sucia en el cesto de lavado.
  • Bañarse utilizando una esponja (el rostro, el cuello, detrás de los oídos, los brazos y las manos pueden limpiarse con una toallita para asearse enjabonada, y a veces, usar un cepillo de uñas) o darse un baño de inmersión.
  • Cepillarse los dientes.
  • Ir por última vez al retrete/baño.
  • Leer un cuento.
  • Rezar.
  • Prender la lámpara de noche y hacerle escuchar a sus hijos el casete preferido para la hora de dormir.
  • Besarlos y abrazarlos.
  • Darles un último comunicado: "Buenas noches. Que duermas bien. No dejes que las pulgas de tu cama te piquen. Te veré en la mañana. ¡Te a-m-o!".

Es posible que ya haya hecho algunas de estas cosas que hemos enumerado anteriormente en su propio hogar. Quizás, haya cambiado el orden de los rituales de sus hijos de un día para el otro.

Si hace lo que realmente es confortable para usted, su hijo/a percibirá un sentido de ritual, pero el hecho de seguir un orden establecido día a día es la manera más efectiva de desarrollar un sentido del ritmo tanto para usted como para su hijo/a; lo cual contribuirá a que el niño/a puede dormir plácida y acogedoramente.

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