¡Qué Vergüenza!-La Mecánica de la Vergüenza en los Niños

Lea detenidamente lo que implica ser la mamá de 12 niños, y comparta los sabios consejos sobre crianza de niños brindados por nuestra "Súper Mamá" residente.

Los padres pasan una enorme cantidad de tiempo tratando de evitar que sus hijos se sientan culpables.  Yo no soy una excepción a dicha regla, ya que he tenido que lidiar con mi comportamiento a través de mis años de maternidad, y con el nacimiento de cada uno de mis 12 hijos.

Siempre hemos estado inundados con incontable material sobre crianza de niños y maternidad, el cual catalogaba algunas de nuestras conductas más naturales como sumamente improductivas, o incluso como perjudiciales.

Estoy plenamente segura de que el enojo, la vergüenza y la culpabilidad provienen - en la mayor parte de los casos - de nuestra propia mente cada vez que experimentamos diferentes emociones y conductas que sabemos que deberíamos tratar de evitar por todos los medios posibles.

Un pensamiento radical

En mi calidad de mamá que cuenta con mucha experiencia relacionada con la crianza de niños, me gustaría sugerirle un pensamiento radical: que la vergüenza, el enojo y la culpabilidad deberán formar parte de la vida de sus hijos y podrán llegar a ser saludables y apropiados cuando sean utilizados y no se abuse de dichos sentimientos.

Ésta no es una distinción que pueda realizarse muy fácilmente, y seguramente cometeremos errores de vez en cuando. Pero lo más importante radica en que, yo creo, debemos estar muy bien concientizadas e informadas. De esta manera, será más probable que nuestro comportamiento se adapte más fácilmente a las normas y a las reglas apropiadas.

Atravezando un campo minado

Por ejemplo: queremos que nuestros hijos comprendan lo que significa ser modestos, y a cierta edad, ya no es correcto que los mismos/as se paseen desnudos por todas partes.

Existe un equilibro entre hacerles entender que las partes de su cuerpo no deben ser mostradas en público y a la vez evitar sugerirles que deben sentirse avergonzados de su cuerpo, o al menos de su cuerpo de niños. Éste es un tema bastante dificultoso; una especie de campo minado en el que deberemos guiar constantemente a nuestros niños.

La idea de la vergüenza comienza temprano en la vida de nuestros hijos. Nuestros pequeñitos/as dejan entrever que poseen un concepto de la vergüenza cuando cumplen aproximadamente un año.

En mi hogar, ésto se manifestó en mi hija mayor cuando comenzó a esconderse en el armario o detrás de la escalera cada vez que tenía que defecar, incluso cuando aún usaba pañales. En la actualidad, puedo ver que mi nieta de casi dos años hace lo mismo que hacía su mamá; utilizando dicha técnica para poder demarcar un lugar de privacidad en el que pueda evacuar el intestino.

Ruegue para que sus hijos se conviertan en personas modestas

Cuando los niños comienzan a comprender el concepto de la vergüenza, están explorando las normas sociales: las cosas que deben hacerse y las que están mal vistas en la sociedad. Yo pienso que es verdaderamente importante rogar para que los niños se conviertan en personas modestas y para que puedan desarrollar un adecuado sentido de la privacidad.

Es así que usted debería decirle a su hija: "Me siento orgullosa de que cierres la puerta del baño cuando tienes que utilizarlo. Estoy realmente feliz porque comprendes que algunas cosas deben respetarse y mentenerse en la privacidad".

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