Desesperada por Domir

Ayer, una amiga mía a la cual - le sucede lo mismo que le sucede a los padres que tienen niños pequeños - me contaba que su bebé no podía dormirse a menos que ella estuviera sentada a su lado.

Una vez que el bebé se quedaba dormido, ella se desvelaba, es así que se levantaba y trataba de salir cuidadosamente de la cama haciendo su mayor esfuerzo por no despertarlo.

Ésto era realmente inconveniente, ya que no podía dejar al bebé durmiendo en su cama sin temer todo el tiempo que el niño se cayera de la enorme cama o de que se pudiera resbalar del colchón.

El gruñido tan temido

Mi amiga intentaba ser lo más cuidadosa posible cada vez que trataba de sacar a su bebé de la cama una vez que éste se dormía, para poder llevarlo hasta su cuna.

Ella lo llevaba con gran delicadeza y lo colocaba en su cunita, y quitaba sus manos de su tierno cuerpecito con impecable exactitud. Sin embargo, tan pronto sus manos y las manos del bebé se seperaban, el "Pequeño Hombrecito" comenzaba a emitir gruñidos de deseperación, lo cual implicaba que una vez más, se había desvelado.

Desesperada por dormir

Una vez, mi amiga se sentía tan deseserada por no poder dormir (ni ella ni su hijo), que se desplazó casi gateando hasta meterse en la cuna junto a su bebé.

Ésto no es algo que yo recomendaría por dos razones particulares. En primer lugar, aunque mi amiga se sentía un poco desalentada y agotada, estaba arriesgándose para ver si esta idea daba resultado.

Pero las cunas no están fabricadas para soportar el peso de una persona adulta, y menos que menos, el peso de un adulto y de un niño al mismo tiempo, a pesar de que mi amiga es muy delgada. El riesgo que tomó fue demasiado peligroso.

Ideas sumamente extrañas

Los padres siempre se sienten tentados a hacer cosas alocadas para poder dormir un poco, pero siempre deberían recordar evaluar si el hecho de dormir es más importante que la seguridad de sus hijos.

Si la cunita se hubiera desarmado o hubiera colapsado, tanto la mamá como el bebé podrían haberse lastimado seriamente. Es por ello que es esencial darse cuenta de que no es aceptable tomar un riesgo como éste. Por favor, piense dos veces antes de considerar poner en práctica ideas alocadas relacionadas con el cuidado de su hijo/a.

La otra razón por la cual ésta es una pésima idea era que mi amiga, una vez que logró acomodarse en la cuna de su bebé, no podía salir de la cunita sin despertar a su hijo.

Es así que tuvo que quedarse atorada en la cunita hasta que su bebé se despertó. Imagínese por un momento cuán difícil fue para ella poder salir de la cuna.

No había suficiente lugar como para que pudiera moverse o realizar alguna maniobra que le permitiera salir de dicho lugar. Esta anécdota nos deja ver cuán lejos puede llegar una mamá desesperada por poder dormir al menos unos minutos.

¡También sirve como un ejemplo que nos permite comprobar cómo la deseperación a veces nos hace pensar ideas creativas y - la mayor parte de las veces - alocadas!.

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