Autismo y Embarazo – Riva Ritvo, PHD, OTR/L


Este artículo ha sido redactado por el Dr. Riva Ritvo PHD, OTR/L

Diferentes estudios científicos no han podido demostrar una conexión entre eventos que pueden haber sucedido durante el embarazo y el desarrollo de autismo. Los únicos factores con los cuales se ha podido demostrar una asociación con el autismo secundario son la Rubéola o el desarrollo de otros virus durante el transcurso del embarazo. Si una pareja ya ha tenido anteriormente algún hijo autista, la posibilidad de tener otro bebé con esta enfermedad es de aproximadamente un 8 por ciento. Esta posibilidad aumentará si el bebé que padece autismo es una niña. Una mujer embarazada debería tomar todas las precauciones normales y seguir las órdenes de su obstetra en lo relacionado a la dieta, al ejercicio, a la ingesta de vitaminas prenatales y al nivel de actividad que debería llevar a cabo durante su embarazo. El autismo es generado por un mal funcionamiento del cerebro. Una mujer embarazada puede ser el factor que provoque que su bebé sea autista si se ejercitara demasiado, o comiera los alimentos incorrectos. En la actualidad, los doctores recomiendan comer atún y otras variedades de pescados en cantidades moderadas; a fin de regular las cantidades de mercurio que contienen los mismos. A pesar de que ésto es cierto, y de que usted debería respetar las directivas alimenticias que le haya indicado su doctor de cabecera, la creencia de que la toxicidad del mercurio es específicamente la responsable de la presencia de autismo no tiene ninguna clase de asidero fehaciente, ni ha sido demostrado científicamente. Por supuesto, el sentido común nos indica que desde el momento en el que una mujer es consciente de que está esperando un bebé, la misma debería consultar con su doctor sobre qué clase de medicaciones debería tomar, entre las que también se incluirían a los medicamentos de venta libre.

Existe una promoción exagerada acerca de un supuesto brote epidémico de autismo, rumor que preocupa y tensiona a las mujeres embarazadas. Permítame asegurarle que -en la actualidad- estamos brindando diagnósticos mucho más precisos y más rápidos, y que además estamos diagnosticando casos tan leves que en el pasado escapaban a la atención médica. No debería preocuparse porque no existe tal epidemia; la verdad es que sólo nos estamos familiarizando cada vez más con esta enfermedad tan particular; es por ello que debería relajarse y disfrutar plenamente de su embarazo. Las posibilidades de sufrir un accidente automovilístico son mucho más altas que las de dar a luz un bebé con autismo, si es que no hay antecedentes de esta enfermedad en su familia.

Por último, probablemente habrá escuchado muchas opiniones acerca de las vacunas y el autismo. Seguramente le habrán advertido sobre el hecho de vacunarse antes de dar a luz a su bebé. Usted debería proteger la vida y la integridad física del bebé que está por nacer. No existe ninguna clase de evidencia que pruebe que las vacunas provoquen autismo. El Trimersol (la droga señalada como culpable) ha sido quitada de las vacunas. Por favor, hable sobre este tema en particular con el pediatra de su bebé. El hecho de no vacunar a un bebé recién nacido podría dar lugar a un desastre. Algunas de las enfermedades contra las cuales vacunamos podrían llegar a causar daño cerebral si el bebé no estuviera protegido adecuadamente, ni vacunado a tiempo. Le pido que hable con su doctor de cabecera acerca de sus preocupaciones y temores y que no se forme una opinión basándose en la información que podría encontrar en Internet.

Artículo redactado por Riva Ariella Ritvo, PhD
El Dr. Riva Ritvo PHD reside en Los Angeles, California

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