Preparándose para lo Inevitable
Existe un instinto natural en cuanto a que los padres deseen evitar que sus hijos tengan que afrontar problemas de dolor y temor que parecen tan lejanos a ellos. Pero, a pesar de que dichos conceptos podrían parecer demasiado difíciles de abordar por los padres de hoy en día, las generaciones anteriores estaban mucho más en sintonía con esos problemas. En el pasado, los parientes achacosos y ancianos - por lo general - acostumbraban a esperar la muerte en sus hogares, rodeados y cuidados por sus hijos y por sus nietos.
Inevitable Y Normal
En aquellos tiempos, los niños eran criados para comprender que la muerte es la progresión inevitable y normal del ciclo de la vida, mientras que nuestros jóvenes saben poco acerca del concepto del significado de la muerte. Ésto se debe probablemente a que hoy en día, la vida tiende a finalizar detrás de las puertas de un hospital o de un asilo de ancianos, muy alejado de los ojos nuestros jóvenes. A pesar de la delicadeza que rodea al tópico de la muerte, todos los expertos concuerdan en que el hecho de evitar una discusión sobre el tema o referirse a la muerte con eufemismos es confuso y les provoca temor a los niños.
Existen pasos que usted podría y debería implementar para poder ayudar a sus hijos a estar preparados para afrontar la pérdida de un abuelo/a o de otro pariente enfermo:
*Comience hablando sobre el tema de la muerte con sus hijos mucho antes de que el concepto se haga realidad, cuando muera algún miembro de la familia. La muerte de una mascota podría llegar a ser una buena oportunidad para hablar sobre el tema. O, quizás sus hijos encuentren a un pájaro o a una flor muerta cuando salgan a caminar. Aproveche ese momento para explicarles que los seres vivos mueren en algún punto de sus vidas. Utilice términos simples y mantenga una conversación breve y centrada en el tema. El concepto lleva un tiempo de asimilar, y cada discusión se edifica sobre lo que ya ha hablado con sus hijos.
No Oculte el Sufrimiento
*Si algún abuelo/a hubiera recibido un diagnóstico terminal, o si muriera esa misma noche; hable con sus hijos acerca del tema delicadamente, y dígales que su abuelo/a está por morir. Cuando llegue el momento de la muerte, podría ser muy doloroso hablar con sus hijos; es por ello que lo más recomendable es comenzar a hablarlo mucho antes de que ocurra dicha pérdida. Una vez que ocurra la pérdida, no les esconda su dolor.
*No evite las preguntas realizadas por sus hijos sobre la muerte. Éstas son preguntas difíciles de responder, pero responderlas será necesario, siempre y cuando lo haga con consideración, comprensión, paciencia y honestidad. Si sus hijos le hacen preguntas acerca de la vida después de la muerte, y usted siente que no conoce las respuestas a sus preguntas; es normal dejarles saber que usted no conoce todas las respuestas.
Las Visitas Son Buenas
*Si usted piensa que su hijos son lo suficientemente fuertes como para lidiar con esa visita, podría ser algo bueno llevarlos a visitara a su abuelo/a enfermo/a. El hecho de ver al pariente enfermo logrará que el problema sea más tangible de una manera en la que sería difícil explicar con palabras. Pídale a sus hijos que realicen una tarea para su abuelo/a. Quizás podría pedirles que le alcancen un vaso de agua fría a su abuelo/a. Ésto hará que sus hijos se sientan involucrados y útiles y les enseñará a ser bondadosos y considerados.
*Las personas no siempre son verborrágicas, y los niños no son la excepción. Si piensa que sus hijos descubren que dibujar, la música o el drama son la mejor manera de expresar sus sentimientos y aprender conceptos difíciles; utilice los medios gráficos en lugar de la discusión.
*Sería una buena idea hablar con personas que tengan influencia en la vida de sus hijos, por ejemplo, las personas que trabajan en guarderías y los maestros acerca de la expectativa futura de que un abuelo/a pueda morir. Frank habla sobre cómo debería esperar que su hijo afrontara el tema, lo que podría ser beneficioso para sincronizar un sistema de apoyo y tutela efectivos. Esta discusión también podría explicar por qué su hijo/a podría actuar o sentirse tan triste.
Envie su comentario