Educación Infantil

Un día en el vientre materno, y al día siguiente respirando por sus propios medios

En mi calidad de mamá de 12 niños, admito tener una preferencia por lo niños sobre las personas de cualquier otra edad. Para mí, los niños son extremadamente milagrosos; un día el bebé se encuentra en el vientre materno, y al día siguiente ya puede observarlo respirar por sus propios medios, demostrando reflejos de Moro— reflejo mediante el cual mientras usted aplaude, su bebé arquea su espaldita y coloca sus manos y piernas en posición de jarra.

Este simple reflejo neurológico es, para mí, una maravilla. El hecho de consultar al pediatra para que le efectuara exámenes neurológicos a mis bebés recién nacidos, nunca dejaba de inspirarme temor.

Otros padres podrían pensar que estoy perdiendo mi tiempo

Debido a que tengo una predilección por entretener a los bebés recién nacidos, he pasado una gran cantidad de tiempo con mis bebés hablándoles; a pesar de que otros padres podrían pensar que estoy perdiendo mi tiempo.

Personalmente creo que cuanto más hablo con mis bebés, más fácil será para ellos aprender a expresarse mediante palabras. De hecho, mis bebés aprenden a hablar a edades muy tempranas, y yo me siento plenamente segura de que ello es debido a que prestan mucha atención a mis palabras.

Un impresión inolvidable

Unos años atrás, en la Revista Time, leí un artículo que describía un fenómeno recientemente descubierto en el cual se demostraba que los bebés recién nacidos adaptaban sus expresiones faciales a las de sus padres.

El artículo estaba acompañado por fotografías. A medida que el papá abría ampliamente la boca para hacer un sonido, como por ejemplo: 'ooo', el bebé también abría su boquita imitando a su papá. Estas fotos dejaron una impresión indeleble en mi memoria.

Por otra parte,he descubierto que mis propios bebés recién nacidos, al tener la mínima oportunidad, llevaban a cabo el mismo fenómeno frente a mí, por lo que creé un juego que daba como resultado que mis bebés reaccionaran de la misma manera.

Es así que apoyaba al bebé sobre mis piernas y me colocaba en posición horizontal pero con las rodillas elevadas. De esta manera, lograba que el rostro del bebé estuviera a la altura de mis ojos.

El bebé tenía una clara visión de mi rostro a medida que yo iba emitiendo sonidos fisiológicos con mi boca. Luego enunciaba claramente y exageradamente los movimientos de mi boca y de mis labios cada vez que decía: "Aaaaaaaaaaaah, Eeeeeeeeeeh, Oooooooooh…..Oooooooooo."

Siempre trataba de exagerar la emoción a medida que emitía dichos sonidos, dejando que mi voz se agudizara al final de cada sílaba. Decía el último sonido: 'ooo' con voz realmente aguda, y chillona y luego disminuía la intensidad, como si de hecho, un niño estuviera llamándome para que fuera a su lado.

Descubrí que mis bebés se concentraban en mi rostro e intentaban imitar las formas que mi boca iba presentando a medida que iba realizando los diferentes sonidos. Frecuentemente sonreían, aunque eran muy pequeñitos/as, cada vez que finalizaban una sílaba.

Por supuesto, siempre debe tener en cuenta que los bebés pueden prestar atención durante limitados períodos de tiempo. Es por ello que cada vez que jugaba a algo con alguno de mis bebés recién nacidos, buscaba signos que provocaran alguna disminución en su atención.

Cuando ésto sucedía, el bebé interrumpía el contacto visual y miraba hacia otro lado. Yo hacía lo mismo, le daba un minuto o dos para volver a recargar su energía, y luego comenzaba todo el proceso una vez más desde el principio.

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