Las Familias Crecen en Árboles

Sepa lo que implica ser la mamá de 12 niños, leyendo los sabios consejos aportados por nuestra "Mamá Residente", y relacionados con la crianza de niños.

Un objetivo importante

El hecho de mantener las relaciones familiares activas me demanda mucho trabajo debido a que vivo muy lejos de mis hermanos y de mis otros parientes. Cuando dí a luz al primero de mis 12 hijos, me preocupé al pensar cómo mi hija desarrollaría un sentido del parentesco con mis familiares que vivían a miles de millas alejados de nosotros.

Sabía que tenía que esforzarme por lograr desarrollar en mis hijos un sentido de pertenencia con respecto a sus familiares más distantes, y sentí que ésto era un objetivo importante en mi vida, habiendo tenido la dicha de crecer rodeada por una familia numerosa.

Mi hija expresó interés al señalar con su dedito las fotos

De repente se me ocurrió la idea de crear un árbol familiar abreviado en el que utilizara fotos en lugar de nombres. Es así que usé un enorme tablero y una extensa cartulina de color blanco y pegué las fotos que más me gustaban de sus abuelos, tíos/as, y primos/as sobre el árbol que había dibujado.

Coloqué el cartel sobre su cuna y cuando ella comenzó a mostrar interés al señalar con sus deditos las diferentes fotos, yo comencé a decirle el nombre de cada uno de los miembros de la familia: La Abuela Shirley, El Tío Alan, y así sucesivamente.

Cuando finalmente mi hija conoció personalmente a algunos miembros de nuestra familia, fue difícil darse cuenta si ella relacionaba los diferentes rostros que veía con las fotos pegadas en la cartulina que había colocado sobre su cuna; pero los nombres le resultaban familiares, y parecía que ella se relacionaba con sus parientes sin titubear y de manera sumamente natural.

Considerando la timidez de mi hija y su usual temor hacia los extraños, me sentí feliz y segura al darme cuenta de que la cartulina había sido de gran utilidad al lograr que mi hija conociera los nombres de sus familiares y sus rostros.

A medida que mi hija iba creciendo, comencé a contarle historias y anécdotas acerca de la familia. Por ejemplo: le conté cuando mi Tía Margery echó por el fregadero a mi pececito dorado mientras estaba cambiando el agua de su pecera.

Es así que ahora, mi hija conoce innumerables anécdotas que podrá relacionar con los diferentes rostros y nombres, y de esta manera las fotos se fueron transformando en personas reales en la imaginación de la niña.

Mi niña disfrutaba cada vez que escuchaba las diferentes anécdotas y se daba cuenta de que cada una de dichas anécdotas tenía una conexión personal con ella. Es así que comenzó a pedirme que le repitiera ciertas anécdotas y que le contara algunas nuevas, también.

Reforzando la Autoestima

Afortunadamente, sentí que todo ésto había sido verdaderamente útil para reforzar la autoestima de mi hija. Los niños, en realidad, todas las personas, necesitan sentirse parte de un entorno colmado de amor.

El árbol genealógico de su hijo/a estará repleto de personas que comparten algunas de sus mismas características y la misma historia familiar. El hecho de enseñarle a su hijo/a todo lo relacionado con su árbol genealógico podría ayudarlo/a a que se sienta orgulloso/a de sí mismo/a.

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