Cáncer de Cuello Uterino
El cáncer de cuello uterino es una de las formas más recurrentes de cáncer que desarrollan las mujeres. Los expertos no están seguros de cuáles son los factores causantes de este tipo de cáncer, pero varios estudios han demostrado que el papillomavirus humano (HPV) - una infección transmitida sexualmente- incrementa significativamente el riesgo de que las mujeres desarrollen cáncer de cuello uterino. Es por ello altamente recomendable que todas las mujeres que tengan entre 18 y 64 años de edad se realicen un papanicolau regularmente.
Factores de Riesgo
- Tener sexo a edades muy tempranas y/o tener múltiples acompañantes o parejas sexuales.
- Tener sexo sin usar preservativos.
- Fumar.
- Padecer recurrentes enfermedades transmitidas sexualmente.
- Poseer un sistema inmune comprometido o debilitado.
- Poseer antecedentes familiares de cáncer de cuello uterino.
Cómo Prevenir el Cáncer de Cuello Uterino
La detección temprana es la mejor manera de prevenir el cáncer de cuello uterino. Es realmente importante realizarse un papanicolau una vez al año si usted fuera sexualmente activa, o desde que cumpliera los 18 años de edad. Aunque la edad promedio en la cual se diagnostica esta enfermedad es de 50 a 55 años, no es nada extraño que se le diagnostique la misma a mujeres más jóvenes; lo cual podría prevenirse si ésta fuera detectada en las primeras etapas mediante un papanicolau. Si usted tuviera más de 64 años de edad o fuera menopáusica debería continuar realizándose papanicolaus de manera regular.
El hecho de llevar un estilo de vida sano y saludable, de practicar sexo seguro, y de no fumar; son formas sencillas y seguras de disminuir sus probabilidades de desarrollar cáncer de cuello uterino. Incluso existe evidencia fehaciente que sugiere que el hecho de consumir una dieta rica en frutas y vegetales podría reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad; es por ello que debería asegurarse de comer de cinco a seis raciones de estos alimentos por día.
Tratamiento
El tipo de tratamiento que reciba dependerá de una serie de diversos factores, entre los que se encuentran los siguientes: edad, ubicación de las células anormales o cancerígenas, resultados de la colposcopía y su deseo de tener o de no tener hijos en el futuro.
Cirugía
Cuando se detectan células anormales en el papanicolau, pero las mismas aún no llegan a ser cancerígenas, se le hará saber que posee células anormales. A pesar de que no se le ha diagnosticado cáncer de cuello uterino, lo mejor que puede hacer es no perder tiempo y tomar todas las precauciones posibles dado que es altamente probable que estas células se transformen en cancerígenas si no se las trata a tiempo. Aquí encontrará las formas más comunes de tratar y de prevenir el desarrollo de células anormales:
Extirpación: Extirpar las células anormales.
Electrocauterización: Una corriente eléctrica que pasa a través de una barra de metal quemará y destruirá las células anormales.
Criocirugía: Se utilizará dióxido de carbono u óxido nitroso para congelar las células anormales.
Vaporización Láser: El área que contiene células anormales será quemada con un rayo láser.
Traquelectomía Radical: Solamente se extirpará el cuello del útero.
Conización: Se le extirpará un área en forma de cono que contendrá las células afectadas; no únicamente para poder tratar las células anormales sino para poder enviarlas a realizar una biopsia.
La mayoría de estos tratamientos no afectarán su fertilidad.
Histerectomía
Mediante una histerectomía se extirpará completamente el cuello uterino y el útero. Si tuviera células anormales de carácter grave, significaría que en poco tiempo se transformarían en células cancerígenas, o si sus papanicolaus arrojaran frecuentes resultados anormales; se le recomendaría someterse a una histerectomía. Por otro lado, una histerectomía también se le recomendaría si se le hubiera diagnosticado cáncer de cuello uterino. No obstante, en esta etapa estaríamos hablando de una operación realmente complicada y de gran envergadura.
Además de extirparle el cuello uterino y el útero, también deberá ser extirpado todo el tejido que rodea su cuello uterino y que mantiene al útero en su lugar, el extremo superior de su vagina y los nódulos linfáticos que rodean su útero. Si su cáncer estuviera en una etapa muy avanzada, también deberían extirparle parte de sus intestinos, el recto, la vejiga y/o los nódulos linfáticos y el tejido linfático que rodea su intestino y su vejiga.
Terapia de Radiación
La radiación puede ser aplicada en las primeras etapas del cáncer de cuello uterino, así como también en etapas más avanzadas. En la misma se usarán altas dosis de rayos X o de material radiactivo para poder disminuir el tamaño y - a su vez- destruir las células cancerígenas. Para el cáncer de cuello uterino, podría recibir terapia interna o externa. La terapia de radiación interna requerirá que permanezca en el hospital por un plazo de dos a tres días. Durante este tiempo, se colocarán dentro de su vagina altas dosis de material radioactivo, el cual se encargará de aniquilar todas las células cancerígenas.
La terapia externa es un procedimiento ambulatorio en el cual usted visitará el hospital o la clínica varias veces a la semana, durante un número estipulado de semanas, a fin de poder recibir el tratamiento adecuado.
Quimioterapia
Esta clase de tratamiento involucra el uso de drogas, ya sea en forma de pastillas o de inyecciones, las cuales se encargarán de aniquilar las células cancerígenas. Dado que las drogas ingresarán a su torrente sanguíneo, será más fácil para ellas poder alcanzar y destruir las células cancerígenas. El mismo es un procedimiento ambulatorio y puede combinarse con terapia de radiación.
Cáncer de Cuello Uterino Durante el Embarazo
Muy pocas mujeres desarrollan cáncer de cuello uterino mientras están embarazadas. No obstante, si se le hubiera diagnosticado esta enfermedad mientras estuviera esperando un bebé; la forma de tratarla dependerá de una gran variedad de factores que deberán tenerse en cuenta.
Si el cáncer es detectado en sus primeras etapas, 1A, y usted estuviera pasando por su segundo o tercer trimestre de embarazo, lo más probable será que pueda llevar el embarazo a buen término y que comience a recibir el tratamiento adecuado luego de haber dado a luz a su bebé. Por el contrario, si se le diagnosticara esta enfermedad y estuviera pasando por alguno de sus tres primeros meses de embarazo, lo más recomendable sería que recibiera el tratamiento apropiado inmediatamente. No obstante, ésto la obligará a interrumpir su embarazo antes de dar a luz a su bebé.
Si el cáncer ya hubiera avanzado a la etapa 1B, deberá considerar seriamente si desea continuar o no con su embarazo. Si decidiera continuar con su embarazo, deberá dar a luz a su bebé mediante una cesárea una vez que su bebé sea capaz de sobrevivir fuera de su útero. Ésto se realizará para que pueda recibir el tratamiento apropiado lo más pronto posible. Si decidiera no proseguir con su embarazo, recibirá el tratamiento adecuado inmediatamente. Los tratamientos más comunes son la histerectomía y/o la radiación, y ambos harán casi imposible que tenga más hijos en el futuro. Si su cáncer fuera detectado en alguna etapa que sobrepasara la 1B; lo más recomendable sería que tratara de someterse a alguna clase de tratamiento para curar esta enfermedad sin perder tiempo.
El Embarazo Después de Haber Padecido Cáncer de Cuello Uterino
Desafortunadamente, el hecho de quedar embarazada después de haber recibido alguna clase de tratamiento para curar el cáncer de cuello uterino es altamente improbable. Ésto se da porque uno de los tratamientos más comunes es la histerectomía. La terapia de radiación es otra opción bastante utilizada, pero la misma puede llegar a dañar signicativamente los órganos de su sistema reproductivo; trayendo como consecuencia que la concepción se transforme en un hecho casi imposible. El tipo de tratamiento que reciba dependerá de la etapa hasta la que haya avanzado su cáncer de cuello uterino.
Si tuviera que afrontar el hecho de recibir alguna clase de tratamiento para curar el cáncer de cuello uterino, debería discutir con su doctor de cabecera si desea tener hijos en el futuro, ya que podrían existir alternativas que disminuyeran el impacto de los diferentes tratamientos sobre su sistema reproductivo.
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