El Sexo Durante el Embarazo

¡Es totalmente normal y seguro!
Si usted está disfrutando de un embarazo saludable, el sexo es considerado algo seguro durante todas las etapas del mismo. Un embarazo normal es uno considerado de bajo riesgo en lo referente a sufrir posibles complicaciones, tales como: abortos espontáneos y trabajo de parto pretérmino. Los futuros papás frecuentemente se preguntan si el sexo podría llegar a dañar al bebé o ser riesgoso durante el embarazo. Ellos temen que el hecho de mantener relaciones sexuales podría llegar a lastimar al bebé, o incluso causar un aborto espontáneo.

Algunos se preocupan ante el hecho de que el bebé -de alguna manera- pueda "darse cuenta" de que ellos están teniendo relaciones sexuales. El bebé está totalmente protegido por una especia de almohadón conformado por líquido -el cual está ubicado en el útero-, y por el abdomen de la mamá; por lo tanto nada podrá dañarlo.

La pareja -algunas veces- se preocupa ante el hecho de que las relaciones sexuales podrían causar malestares o dolor en la mujer embarazada. Preocupaciones como ésta son comunes y completamente normales, pero la mayor parte de ellas son infundadas. En realidad, el deseo sexual podría incrementarse en algunas mujeres debido a los cambios propios del embarazo; los cuales provocarán un engrosamiento de la vulva y causarán que sus pechos se vuelvan mucho más sensibles. Si su embarazo fuera considerado de alto riesgo, usted debería ser más cuidadosa que las mujeres embarazadas que no corrieran ninguna clase de riesgo. En este caso, su doctor podría recomendarle evitar tener relaciones sexuales durante parte o durante todo el transcurso de su embarazo.

El Embarazo y el Sexo
Muchas futuras mamás podrían descubrir que su deseo sexual podría fluctuar durante ciertas etapas del embarazo. Además, varias mujeres descubren que el sexo se vuelve molesto, a medida que su cuerpo comienza a engordar y a cambiar de forma. Tanto usted como su pareja deberían mantener una comunicación fluida en todos los temas concernientes a la pareja y a los deseos sexuales. Deberían hablar sobre formas alternativas de satisfacer sus necesidades de intimidad, tales como: besarse, acariciarse, y abrazarse. Por otra parte, debería tratar de experimentar con otras posiciones en las que se sintiera más cómoda. Muchas mujeres descubren que pierden su deseo y su motivación sexual en las últimas etapas del embarazo, no sólo debido al incremento de peso y al cambio en el tamaño de su cuerpo sino también porque están preocupadas por su inminente trabajo de parto y por la emoción de convertirse en una futura mamá.

Existen numerosas razones por las cuales el sexo durante el embarazo podría ser algo muy placentero y disfrutable, aún en el caso en el que usted estuviera teniendo relaciones sexuales con menor asiduidad que antes de quedar embarazada. Durante el embarazo se incrementará la lubricación vaginal, se engrosará la zona de los genitales; lo cual ayudará a que varias mujeres se vuelvan orgásmicas o multiorgásmicas por primera vez en sus vidas; a pesar de que carezcan de control ante el futuro alumbramiento o de que hayan estado tratando de mantener relaciones sexuales por un largo tiempo sin poder lograrlo; dichas mujeres deberían tratar de retomar las relaciones sexuales como una actividad placentera y no como algo opuesto a la procreación. Por otro lado, existen varias razones por las cuales el sexo podría no llegar a ser algo placentero, siendo algunas de ellas las que se detallan a continuación: el temor por dañar al bebé, las náuseas, la fatiga, la incomodidad, etc.

Posiciones Más Seguras
Las posiciones que funcionaban muy bien antes de quedar embarazada y en las primeras etapas del embarazo podrían transformarse en poco confortables o incluso poco seguras en las últimas etapas del desarrollo del bebé. Por ejemplo, una mujer debería evitar recostarse durante mucho tiempo sobre su espalda después de haber pasado el cuarto mes del embarazo, ya que el peso del útero en constante crecimiento agregará presión sobre la mayor parte de los vasos sanguíneos. Por suerte, existen alternativas a la posición tradicional conocida con el nombre de misionero; tales como: recostarse de lado o que la mujer se coloque arriba. Existen numerosas posiciones que serán más cómodas a medida que usted vaya ganando peso y cambiando la forma de su cuerpo. Entre las mismas se pueden incluir a las siguientes:

- La mujer arriba.
- Cucharita (el hombre detrás de la mujer, y la penetración por detrás).
- Con las manos y las rodillas apoyadas en el piso.
- Recostarse de lado, las rodillas elevadas.

Consejos prácticos para tener relaciones sexuales durante el embarazo

Si usted se sintiera preocupada, pregúntele a su doctor de cabecera si todo marcha bien y si está en condiciones de tener relaciones sexuales.

Hablen sobre sus necesidades y preocupaciones de manera abierta y cariñosa. Si trabajan juntos, probablemente deberían tratar de imaginar cómo colocar una sonrisa en la cara de su pareja. La comunicación abierta y fluida podría ser la clave para lograr una vida sexual satisfactoria y segura durante el embarazo. Explíquele a su pareja cómo se siente y qué podrían hacer para sentirse mejor en el plano sexual. Por ejemplo: abrazarse más, tomar baños relajantes, preparar cenas románticas, darse masajes, masturbarse mutuamente; en resumidas cuentas: lo que sea que usted y su pareja crean más conveniente y placentero.

Déjense guiar por el placer mutuo y la comodidad. Si alguno de los integrantes de la pareja no se sintiera físicamente o emocionalmente bien, deberían cambiar lo que están haciendo y tratar de divertirse más; y -de esta manera- cambiarán su sentido del humor y su estado de ánimo. No permita que el hecho de tener relaciones sexuales poco frecuentes pueda interferir en su relación de pareja. A usted le debería importar la calidad del amor, no la cantidad. Para poder evitar contraer infecciones transmitidas sexualmente, sólo debería tener relaciones sexuales con una persona que no tuviera ningún otro/a compañera sexual y recordar usar siempre un preservativo. Tanto usted como su pareja deberían someterse a una prueba de HIV y discutir este tema con su doctor de cabecera. Si el embarazo fuera de alto riesgo o si tuviera alguna clase de preocupación o pregunta sobre el tema; debería pedirle consejos a su doctor para poder sentirse más segura al respecto. Luego de que haya nacido el bebé, debería esperar hasta haberse realizado su chequeo postparto antes de volver a tener relaciones sexuales nuevamente. Si su pareja practicara sexo oral con usted (cunnilingus), debería procurar que él no soplara dentro de su vagina. Al hacer ésto podría hacer ingresar aire en su torrente sanguíneo y por ello causarle una embolia, lo cual podría provocar una obstrucción en los vasos sanguíneos y poner en peligro la vida de la futura mamá y la del bebé. Practicar sexo oral con su pareja (fellatio) siempre será seguro durante el transcurso del embarazo, y para algunas parejas será un substituto sumamente satisfactorio en el caso de que su doctor no le permita mantener relaciones sexuales convencionales. El hecho de tener calambres casi imperceptibles – tanto antes como después del orgasmo – es muy común y no provoca casi dolor en la mayor parte de las mujeres que disfrutan de un embarazo de bajo riesgo. Ésto podría ser causado por la combinación de un incremento del flujo sanguíneo hacia la zona de la pelvis durante todo el embarazo, por la congestión normal de los órganos sexuales que ocurren durante la excitación sexual y durante los orgasmos, y por las contracciones uterinas normales que proceden al orgasmo. Recuerde, el sexo y los orgasmos en los embarazos normales o de bajo riesgo son perfectamente normales y no provocan abortos espontáneos.

Cuándo no Debería Tener Relaciones Sexuales Durante el Embarazo
Sumado a todo lo mencionado anteriormente, existen circunstancias específicas en las que debería evitar tener relaciones sexuales durante su embarazo. Entre ellas se pueden incluir a las siguientes:

- Si su doctor de cabecera le hubiera prohibido mantener relaciones sexuales.
- Si usted contara con antecedentes de embarazos prematuros o trabajos de parto pretérmino.
- Si tuviera placenta previa. (Dolencia en la cual parte de la placenta es cubierta por el cuello uterino).
- Si hubiera roto fuentes.
- Si estuviera experimentando sangrados o hemorragias.
- Si usted o su pareja padecieran alguna clase de infección transmitida sexualmente.
- Durante el primer trimestre, si la mujer en cuestión tuviera antecedentes de abortos espontáneos o amenazas de abortos espontáneos, o mostrara signos de un posible aborto espontáneo.
- Durante las semanas 8 o 12, si la mujer en cuestión tuviera antecedentes de trabajo de parto pretérmino, o si estuviera experimentando signos de trabajo de parto prematuro.
-En el último trimestre, si estuviera esperando mellizos.


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