Productos Herbales Naturales Y Partos Prematuros
En Canadá, alrededor del 50% de todas las mujeres embarazadas están usando o consumiendo medicamentos de prescripción médica. No obstante, algunas están optando por utilizar productos para el cuidado de la salud naturales.
Existe consenso público que afirma que "natural" es equivalente a "seguro", pero un nuevo estudio científico ha descubierto que en algunos casos lo opuesto parece ser la excepción a esta regla.
Riesgo Cuádruple
Una investigación dirigida por el Profesor Anick Bérard de la Facultad de Farmacia de la Université de Montréal junto a la estudiante de maestría Krystel Moussaly perteneciente al Centro de Investigaciones del Hospital Sainte-Justine demostró que el riesgo de experimentar nacimientos prematuros se multiplicaba por cuatro cuando una mujer embarazada consumía aceite de semillas de lino durante los dos últimos trimestres del embarazo.
Berard afirma que son demasiadas las personas que no se dan cuenta de que los productos naturales para el cuidado de la salud son productos químicos, y como consecuencia de ello, no se toman unos minutos para considerar los riesgos y los beneficios proporcionados por estos productos en contraste con los tratamientos de prescripción médica equivalentes.
Los dos investigadores se embarcaron en uno de los estudios científicos más extensos que se hayan llevado a cabo al evaluar detalladamente la información perteneciente a 3.354 mujeres que residían en Quebec.
La primera fase del estudio determinó que casi el 10% de las mujeres durante los años 1998-2003 habían consumido productos naturales para el cuidado de la salud en algún momento durante sus embarazos. Ésto contrastaba con las cifras que representaban al número de mujeres que habían consumido estos productos antes (15%) y después de sus embarazos (14%).
El incremento en las cifras significaba que aproximadamente un tercio de las mujeres cesaron de consumir o utilizar productos para el cuidado de la salud de origen natural durante el transcurso de sus embarazos.
Una Fuerte Correlación
Los productos naturales más populares y los favoritos de las mujeres embarazadas eran los que contenían manzanilla o camomila (19%), té verde (17%), menta (12%), y aceite de semillas de lino (12%).
Posteriormente, Bérard y Moussally realizaron un intento para poder asociar el uso de estos productos con los nacimientos prematuros. Sólo uno de estos productos mostró tener una fuerte correlación con el riesgo de experimentar un parto prematuro: el aceite de semillas de lino. Bérard comentó lo siguiente: "En la población en general, la tasa promedio de nacimientos prematuros es de un 2 a un 3 por ciento.
Pero entre las mujeres que consumen aceite de semillas de lino durante los dos últimos trimestres del embarazo, la cifra se eleva hasta alcanzar un 12 por ciento. Así queda demostrado que este producto acarrea un enorme riesgo".
Se descubrió que el alto riesgo de experimentar un parto prematuro sólo tenía correlación con el consumo de aceite de semillas de lino; a pesar de que las mujeres que consumían dichas semillas no padecían ninguna clase de enfermedad o efecto adverso provocado por el aceite.
Aunque los investigadores mostraron cautela y afirmaron que era necesario llevar a cabo más estudios para poder verificar estos hallazgos, Bérard afirmó que las mujeres deberían ser prudentes y tomar recaudos si deseaban consumir aceite de semillas de lino durante sus embarazos.
En la actualidad, algunos profesionales médicos les aconsejan a sus pacientes no consumir aceite de semillas de lino, debido a que el aceite omega-3 está disponible en el mercado junto a otros productos saludables, y debido a que el aceite de semillas de lino, al igual que la soja y otras fuentes vegetales pueden llegar a contener fitoestrógenos o estrógenos a base de hierbas que pueden afectar los niveles hormonales de las mujeres embarazadas; causando complicaciones en el embarazo.
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