Verdades Sobre Partos de Mellizos/Gemelos
Los embarazos de gemelos/mellizos no siempre culminan en un parto por cesárea. Pero un embarazo de gemelos/mellizos la hará correr mayores riesgos de experimentar complicaciones. En general, el método de parto estará determinado por la posición en la que se encuentren los bebés dentro del útero.
La Mejor Posición
La posición de cabeza o cefálica (vertex), es la mejor posición para un parto vaginal. La cabeza del bebé es la parte más grande del cuerpo del bebé. Si la cabecita se encajara perfectamente en el canal de parto, verá como el resto del cuerpecito saldrá fácilmente del mismo. Pero dejando de lado el hecho de que la cabeza es maleable; la misma puede llegar a ser cambiada de ángulo o reposicionada para ayudar a que el bebé pueda desplazarse libremente y salir rápidamente del canal de parto.
Un bebé que se encuentre posicionado con su rostro mirando hacia arriba; siendo ésta una posición conocida como: posición occipital posterior necesitará más lugar en la pelvis que el que podría necesitar un bebé que se encontrara posicionado con su cabecita hacia abajo (posición occipital anterior). Si la pelvis fuera amplia, la posición occipital posterior no causaría ninguna clase de complicaciones. Incluso, podría ser posible hacer girar la cabeza del bebé hacia la posición occipital anterior a medida que la cabeza fuera descendiendo por el canal de parto. Por otra parte, una pelvis estrecha con bebés que no desean girar, hará necesario que la mujer en cuestión sea sometida a una cesárea para dar a luz a sus bebés. Otras presentaciones que pueden hacer necesario someter a la mujer parturienta a una cesárea son: presentación de manos, presentación de brazos o presentación de hombros.
Cuando se sabe de antemano que el bebé está posicionado "de nalgas" (posicionado con las nalgas dirigidas hacia el canal de parto), muchos doctores optarán por una cesárea, asumiendo que el bebé no podrá ser girado ni reposicionado. Una presentación transversal (oblicua) casi siempre requerirá una cesárea, debido a que existen numerosas complicaciones relacionadas con este tipo de presentación; entre las que se incluye: un cordón umbilical prolapsado.
Gemelo/Mellizo B
Todos los bebés corren riesgo de colocarse en esta clase de presentaciones, y podría ser necesario que sean dados a luz mediante una cesárea; pero en el caso del parto de gemelos/mellizos, el segundo bebé (el Gemelo/Mellizo B) correrá mayor riesgo de posicionarse en una presentación complicada. Por supuesto, a veces pasa que el primer gemelo/mellizo nace por vía vaginal, mientras que el segundo bebé debe nacer por medio de una cesárea. Éste sería un escenario dificultoso para ser tenido en cuenta en diferentes niveles; pero es una posibilidad sumamente realista.
Otro factor que debería considerarse cuando se determinara el método de parto, es el tiempo de gestación de los bebés. Los bebés prematuros corren riesgo de desarrollar hemorragias intracraneales cuando deben pasar por un extenso trabajo de parto y alumbramiento. Si se sospechara que los bebés serán prematuros, una cesárea podría ser la primera opción para asegurarse de que el trabajo de parto no presentará complicaciones; y además debería tener en cuenta que los gemelos/mellizos corren mayores riesgos de nacer prematuramente.
Existen otras condiciones que podrían llegar a afectar el método de parto. La preeclampsia es una condición médica que puede poner en riesgo tanto la vida de la mamá como la de los bebés. Los síntomas de preeclampsia incluyen: hipertensión arterial, presencia de proteínas en la orina, alteración visual, y jaquecas o migrañas. En estos casos, el trabajo de parto regular y el parto vaginal podrían provocarle convulsiones a la mamá o podrían llegar a ser fatales. Frecuentemente cuando la mamá sufre de preeclampsia, se prefiere optar por un parto por cesárea acordado de antemano.
Menos Tolerante
Otras complicaciones que podrían dar lugar a que el parto fuera por cesárea son: la diabetes gestacional, el crecimiento intrauterino retardado de al menos uno de los bebés, y la insuficiencia placentaria.
Cuando la mamá experimenta complicaciones, los bebés tienden a ser menos tolerantes a un parto y a un nacimiento normal o de rutina, y son más propensos a presentar signos de sufrimiento fetal. No es para nada inusual que un embarazo que presente estas características termine en una cesárea.
Lo que deberá recordar antes que nada es que los cuidados prenatales han avanzado mucho, y que los profesionales médicos cuentan cada vez con más recursos a su disposición para que pueda gozar de un embarazo lo más seguro posible. Incluso si llegara a necesitar someterse a una cesárea, tenga en cuenta que no será lo peor que podría pasarle a una mujer. Quizás simplemente se trate del recurso que le permita ser la feliz y saludable mamá de dos bebés sanos y saludables.
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