Darle el Pecho a un Bebé Mayor y a un Niño

Darle el pecho a un bebé o a un niño que recién comienza a dar sus primeros pasos no sólo es una experiencia sencilla y gratificante sino que también es sumamente beneficiosa para la mamá y para el bebé.

El sistema inmune del bebé no se encuentra completamente desarrollado hasta que el niño/a cumpla seis años de edad. Los bebés mayores, especialmente aquellos que concurran a guarderías están usualmente más expuestos a los gérmenes patógenos.

A medida que el bebé está siendo amamantado, la leche de su mamá lo protege de infecciones y de otras enfermedades que pueden desarrollarse en su propio sistema inmune. El hecho de continuar amamantándolo/a también protege al niño contra el desarrollo de alergias y de asma.

Ayude a su hijo a aprender

La leche de la mamá continúa conteniendo factores de crecimiento especiales que contribuyen al saludable desarrollo y a la maduración del cerebro, de los intestinos y de otros órganos.

Una serie de investigaciones extensivas relacionadas con la lactancia y el desarrollo cognitivo, descubrieron una vinculación positiva entre la inteligencia del niño/a y la cantidad de tiempo durante el cual fue amamantado/a.

Además de ésto, la leche materna es un alimento sumamente completo. Un grupo de investigadores israelíes han descubierto recientemente que cuánto más tiempo una mamá amamanta a su bebé, mayor será el contenido de grasa y de energía en su leche.

Los beneficios para la salud de la mamá también continúan extendiéndose hasta que el bebé sigue tomando el pecho, y usualmente durante más tiempo.

Otra serie de investigaciones han descubierto que cuanto más haya dado el pecho una mujer a su bebé, menores serán los riesgos de desarrollar cáncer de mama.

Mucho más que nutrición

La lactancia implica mucho más que la nutrición. La lactancia podría hacer que sus cuidados maternales den resultado y que su bebé crezca normalmente.

El amamantamiento y el cuidado del bebé son el recurso perfecto para curar contusiones, golpes, frustraciones y la falta de autoconfianza que su bebé experimentará a medida que vaya probando cosas nuevas y desconocidas.

La lactancia es particularmente tranquilizadora para los bebés que experimentan sentimientos de ansiedad por separación; los cuales típicamente comienzan a los seis meses de edad y llegan a su pico máximo entre los 12 y los 18 años de edad.

La lactancia vuelve a unir a la mamá y al bebé luego de que han sido separados. En lugar de contribuir a que su bebé se vuelva dependiente y posesivo, se ha descubierto una positiva correlación entre la duración de la lactancia y la adaptación social.

Disfrute este momento tan especial

Este momento especial en la vida no durará para siempre. En cierto momento, tanto usted como su bebé decidirán finalizar esta relación.

Mientras tanto, usted podría sentirse bien al saber que sin importar durante cuánto tiempo opte por amamantar a su bebé, le estará dando un obsequio especial que sólo usted podrá brindarle.

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