Mitos Frecuentes Sobre Amamantamiento

El tema del amamantamiento podría llegar a convertirse en uno de los temas más plagados de mitos a su alrededor. Desde tiempos inmemoriales, las mujeres han escuchado consejos y creencias relacionadas con la lactancia, los cuales han pasado de generación en generación.

A pesar de que ello nos han ayudado a acumular una gran cantidad de información precisa y comprobada y conocimientos técnicos especializados sobre el tema, también ha fomentado la dispersión de un sinnúmero de creencias incorrectas, supersticiones y "cuentos de parteras" relacionados con el amamantamiento.

El problema que traen aparejados los mitos sobre el amamantamiento radica en que las mujeres que creen en ellos pueden terminar sintiéndose incapaces debido a que sus bebés no se amamantan de la manera en la que ellas esperaban.

¡Algunas mujeres incluso dejan de amamantar a sus bebés porque piensan que dicha forma de alimentación no está dando los resultados esperados, pero en realidad, sus expectativas sobre la lactancia son la verdadera causa del problema!.

Sin importar su edad, su raza, su religión, o la actitud de la sociedad hacia la lactancia; lo más probable es que haya escuchado algunas cosas verdaderas y otras totalmente falsas acerca de este tema en particular.

Si alguien le brinda un consejo sobre amamantamiento que pareciera poco natural o poco útil, debería investigarlo - lo más recomendable sería que discutiera el tema con su doctor de cabecera.

¡A continuación, hemos recopilado una lista de diez de los mitos más comunes relacionados con la lactancia que la ayudarán a decidir cuáles ideas debería tomar en serio y cuáles debería descartar por ser imprecisas o descabelladas!.

Diez de los Mitos Más Comunes...

Mito 1: ¡Se supone que el amamantamiento debería ser doloroso!

Ésto simplemente no es cierto. Muchas mujeres descubren que el amamantamiento les provoca un poco de dolor, pero no el dolor insoportable que pensaban que les causaría. Si el hecho de amamantar a su bebé le siguiera provocando dolor en sus pezones luego de los tres o cuatros primeros días, probablemente sea porque su bebé no se está asiendo correctamente al pezón.

El amamantamiento doloroso no debería ser ignorado o aceptado como algo normal, ya que podría transformarse en un dolor abrumador - lo más recomendable es que hable con su doctor, o mejor aún, con una doula, y le pida consejos al respecto.

Mito 2: Muchas mujeres no producen la suficiente cantidad de leche.

¡No es verdad!: la mayoría de las mujeres son capaces de producir incluso más cantidad de leche de la que sus bebés realmente necesitan.

El problema probablemente no esté relacionado con la producción de leche, sino con el acceso del bebé a la leche materna. El bebé podría estar "prendiéndose" o asiéndose al pezón inadecuadamente, o algo más podría estar sucediendo - ¿no estará sosteniéndolo en sus brazos de la manera incorrecta, por ejemplo?.

Mito 3. La alimentación mediante mamadera es más sencilla y rápida que el amamantamiento.

Muchas mujeres, especialmente las mamás que trabajan fuera de sus hogares creen que la alimentación mediante mamaderas les aportará libertad y les permitirá seguir adelante con su vida cotidiana, sin por ello dejar de cuidar y criar apropiadamente a sus bebés.

Cada mujer tiene el derecho de tomar la decisión que considere más apropiada, pero no debería dejarse intimidar por la lactancia. Si cuenta con la información y los consejos adecuados, el amamantamiento podría llegar a ser mucho más conveniente que la alimentación mediante mamaderas o biberones ya que no deberá preocuparse por preparar la leche de fórmula o esterilizar mamaderas, por ejemplo -¡y recuerde que siempre deberá llevar el equipamiento necesario con usted - sin importar a dónde vaya!.

Mito 4. Los bebés alimentados con leche materna necesitan beber más agua cuando el clima es muy caluroso.

Ésto no es verdad. La leche materna contiene toda el agua que el bebé necesita y si le proporciona al mismo/a todo lo que necesita, nunca se deshidratará. (Tenga en mente que los bebés nunca deberían estar expuestos al sol durante extensos períodos de tiempo).

Mito 5. Las mujeres que tienen pechos pequeños no pueden producir tanta cantidad de leche como la que producen las mujeres que tienen pechos más grandes.

Ésto tampoco es cierto. El tamaño de los pechos está determinado por la cantidad de tejido graso que contienen los mismos; mientras que la leche que producen los mismos está determinada por la cantidad de glándulas productoras de leche que posea cada pecho. La mayoría de los pechos poseen la misma cantidad de glándulas, independientemente del tamaño de los pechos.

Mito 6. La lactancia aporta una protección completa contra el embarazo.

La lactancia proporciona un poco de protección contra el embarazo, pero no se trata de un método anticonceptivo infalible. Las mujeres generalmente se sienten protegidas, ya que dedican todo su tiempo amamantando (entre seis y ocho veces por día) y no tienen un período menstrual normal desde el parto. Luego de aproximadamente seis meses, el nivel de protección decrece.

Mito 7. La lactancia requiere una dieta especial.

Para estar en forma y saludable para amamantar a un bebé - y para la maternidad propiamente dicha y la vida en general - usted debería alimentarse saludablemente, consumir una dieta balanceada y comer cuando se sienta hambrienta. No necesitará consumir leche de vaca extra (o carne o huevos extras, o lo que su abuela podría haberle dicho), a fin de poder producir más leche. Si está tratando de perder peso, hable con su doctor sobre cómo elaborar comidas balanceadas y realizar un poco de ejercicio para mantenerse en forma y sana.

Mito 8. La lactancia provoca que los pechos se vuelvan fláccidos.

Los pechos se caen o se vuelven fláccidos por muchas razones, muchas de las cuales son inevitables: la edad, la genética, el tipo de cuerpo, etc. Algunos pechos son más caídos que otros. El embarazo en sí mismo, y no el amamantamiento, puede llegar a provocar que los pechos se caigan o se vuelvan un poco fláccidos.

Mito 9. Una Mamá trabajadora no puede amamantar a su bebé.

Cualquier mamá que deba o decida regresar al trabajo deberá organizarse muy bien y deberá estar muy determinada si desea continuar amamantando a su bebé, pero no existe ninguna razón por la cual no pueda hacerlo. Es posible extraer leche de los pechos en el hogar y dejar en su casa la alimentación para su bebé mientras usted se encuentra trabajando. Además, son cada vez más los empleadores que se sentirían encantados de permitirle tomarse descansos e ir a algún lugar privado para poder extraer leche de sus pechos o para amamantar a su bebé en su lugar de trabajo.

Mito 10. El hecho de cambiar de leche materna a leche de fórmula y volver a alimentar a su bebé con leche materna es perjudicial para el mismo/a.

Se ha comprobado que la leche materna es lo más saludable para los bebés, ya que la misma contiene hormonas y anticuerpos, así como también otros componentes que no posee la fórmula para bebés. Pero no existe ninguna razón por la cual podría llegar a ser perjudicial para su bebé utilizar fórmula cuando no pueda darle leche materna.

No obstante, podría descubrir que su bebé no desea tomar leche en mamadera o biberón si está acostumbrado/a a tomar leche de sus pechos - y además - debería estar atenta, ya que su bebé podría necesitar ser alimentado/a con mayor frecuencia cuando está tomando leche materna, debido a que la misma se digiere más fácilmente que la fórmula para bebés.

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