Consejos Sobre Amamantamiento


Amamantar a su bebé es una de las cosas más bellas y beneficiosas que puede hacer por su bebé recién nacido. La misma aporta una enorme variedad de saludables beneficios. Aquí encontrará algunos consejos prácticos sobre cómo hacer de este bello acto algo sumamente sencillo para usted.

  • Intente colocar al bebé en su pecho lo antes posible, después de haber dado a luz. Idealmente, ésto debería pasar en la sala de parto. Asegúrese de que su médico de cabecera o el profesional médico que la estuviera atendiendo le permita amamantar en la sala de parto, si es que todo marcha bien.

  • Los bebés que tienen apenas unos minutos de vida -por lo general- se trepan hasta llegar al abdomen de su mamá y así pueden alcanzar más fácilmente sus pechos para poder comenzar a tomar leche materna por sí mismos. Este proceso podría llegar a tomar una hora o un poco más de tiempo, pero tanto la mamá como el bebé deberían estar a solas por un momento a fin de comenzar a reconocerse y establecer un vínculo especial entre ellos. Los bebés que "se prenden por sí mismos" del pecho, son los que tendrán menos problemas relacionados con la lactancia. Este contacto piel a piel también contribuirá a que el bebé se sienta más protegido y abrigado.

  • Trate de obtener ayuda de algún profesional versado en el tema, como por ejemplo un especialista en lactancia. En el hospital, podría solicitarle a un especialista en lactancia o a una enfermera debidamente calificada y con los suficientes conocimientos acerca del proceso de lactancia si podrían observar su técnica de amamantamiento, para indicarle si la misma es correcta o no. Si abandonara el hospital antes de recibir alguna clase de consejo al respecto, debería asegurarse de que alguna persona que tuviera conocimientos sobre la lactancia evaluara su técnica.

  • Si fuera posible, trate de estar siempre en el mismo cuarto junto a su bebé.

  • Limite la cantidad de visitantes, para poder sentirse más cómoda al amamantar a su bebé y para tener más oportunidades de alimentarlo sin interrupciones; lo cual podría significar limitar significativamente las visitas, otorgándole el privilegio - durante los primeros días- únicamente a su esposo. Ésto será lo mejor tanto para usted como para su bebé y su esposo; ya que permitirá que los tres establezcan y afiancen un vínculo especial de forma inmediata.

  • Las mamás y los bebés se acostumbran a dormir en sincronía. Es por ello que cuando el bebé comience a despertarse para tomar la teta, la mamá comenzará a despertarse al mismo tiempo de manera natural. El bebé le dejará saber que está listo para ser alimentado mucho antes de comenzar a llorar. El ritmo de su respiración podría cambiar, por ejemplo; o podría comenzar a estirarse. La mamá -al tener el sueño liviano- se despertará inmediatamente, la leche comenzará a bajar a sus pechos; y una vez que el bebé comience a mamar se calmará y se sentirá protegido.

  • Un bebé que haya estado llorando por un largo período de tiempo antes de intentar trepar hasta llegar al pecho de su mamá podría llegar a rehusarse a tomar la teta, incluso si se sintiera hambriento. Se debería permitir que las mamás y sus bebés recién nacidos durmieran uno al lado del otro desde el momento del nacimiento, en el hospital. Ésta sería una magnífica forma de que las mamás descansen mientras que los bebés se alimentan. El hecho de amamantar debería ser una tarea relajante, no fatigosa.

  • Si fuera posible, trate de no utilizar pezones artificiales.

  • Algunos bebés tomarán del pecho en el que el flujo de leche sea más caudaloso y rápido; o podrían llegar o rehusarse a tomar el pecho, mientras que habrá otros que no lo harán. Es por ello que durante los primeros días, cuando la mamá esté produciendo sólo un poco de leche y el bebé tome leche por medio de una mamadera, con la que podrá alimentarse más rápidamente, el mismo/a podría llegar a preferir el método que le aporte el alimento más velozmente. Sólo porque el bebé pueda "tomar leche mediante ambos métodos", no significará que el método natural no sea el más beneficioso.

  • Si su bebé le dejara saber que desea ser amamantado, podría hacerlo hasta doce veces al día. Ésto mantendría a su bebé feliz e incrementaría su producción de leche; necesaria para satisfacer las demandas de su hijo/a, a medida que el mismo/a vaya creciendo. Por otro lado, no permita que su bebé se quede dormido mientras está tomando leche de su pecho. Deje que pasen tres horas desde que su bebé se haya alimentado por última vez, y una vez pasado ese período de tiempo habrá llegado el momento de despertarlo.

  • Déle el pecho hasta que su bebé lo requiera. La mayoría de los bebés recién nacidos necesitan cuarenta y cinco minutos para alimentarse correctamente.

  • Intente no imponerle demasiadas restricciones a la duración o a la frecuencia de cada amamantamiento.

  • Un bebé que beba la suficiente cantidad de leche no permanecerá pegado a su pecho por horas. Es por ello que si así lo hiciera, una de las razones podría ser que el mismo/a no hubiera logrado prenderse adecuadamente del pezón, no estuviera succionando apropiadamente, o que su producción de leche fuera insuficiente. Solicite ayuda a alguien capacitado para lograr que su bebé aprenda a asirse de su pezón y use técnicas de compresión para que el bebé pueda beber más cantidad de leche.

  • No intente darle de mamar a su bebé si el mismo/a estuviera llorando desesperadamente. Si hubiera comenzado a llorar, acúnelo/a y cálmelo/a antes de darle el pecho. También podría tratar de ofrecerle su dedo para que lo succione hasta que logre calmarse.

  • La clave para una lactancia exitosa es lograr una adecuada prensión por parte del bebé. Antes de abandonar el hospital le deberían enseñar cómo colocar y asir correctamente a su bebé de su pecho. Además, debería poder darse cuenta si el bebé está realmente bebiendo leche de su pecho.

  • Colóquese en una posición confortable, si fuera posible recostada sobre su espalda, apoyada sobre almohadas que brinden apoyo a sus brazos y a su regazo, y apoye sus pies sobre un reposapiés o sobre una guía telefónica.

  • Coloque al bebé cerca suyo, con sus caderas flexionadas, a fin de que no tenga que girar su cabecita para poder alcanzar su pecho. Su boca y su nariz deberían estar posicionadas enfrente de su pezón. Si fuera posible, pídale a la persona que la esté ayudando que le alcance al bebé una vez que haya adoptado la posición en la que se encuentre más a gusto.

  • Sostenga su pecho, para que el mismo no ejerza presión sobre la barbilla del bebé. La barbilla del bebé debería descansar apoyada entre sus pechos.

  • Coloque al bebé en su pecho e intente que succione el pezón. Trate de que abra su boquita de par en par y acérquelo a su pecho, sosteniendo su espalda (en lugar de sostener la parte trasera de su cabecita), para que de este modo su barbilla pueda descansar entre sus pechos. Su nariz debería estar en contacto con su pecho; y sus brazos deberían adoptar la forma de "un segundo cuello" para que su bebito/a esté más seguro y adopte una mejor posición.

  • Si usted estuviera sintiendo alguna clase de dolor, retire suavemente al bebé de su pecho y trate de colocarlo nuevamente.

  • Siempre y cuando se encuentre cómoda y su bebé esté tomando el pecho sin ninguna clase de problemas, use el método que le sea más cómodo y que le dé mejores resultados. Existen una gran variedad de posiciones de amamantamiento que podría probar.

  • Es realmente muy importante colocar al bebé a la altura de su pezón. El hecho de inclinarse sobre el bebé podría provocarle dolores de espalda, de cuello, contracturas en los hombros, o molestias en los pezones.

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