Síndrome de Hughes


¿Ha padecido un gran número de abortos espontáneos y no sabe la causa de los mismos?. ¿Es usted propensa a padecer dolores en sus extremidades y problemas de circulación?. Si lo fuera, quizás estaría padeciendo el Síndrome de Hughes; un trastorno del sistema inmune que puede llegar a poner en peligro su salud y la de su bebé. A pesar de que se trata de una enfermedad relativamente nueva, las investigaciones realizadas acerca del Síndrome de Hughes han avanzado considerablemente durante la década pasada. Si creyera que está padeciendo este síndrome debería hablar con su doctor de cabecera y buscar el tratamiento adecuado para curar su dolencia.

¿Qué es el Síndrome de Hughes?
El Síndrome de Hughes es una enfermedad que provoca que la sangre se vuelva "pegajosa o viscosa". Frecuentemente visto en los pacientes que padecen lupus; las personas que padecen el Síndrome de Hughes tienen su sangre más pegajosa que lo normal, debido al hecho de que las plaquetas presentes en la misma tienden a pegarse unas con otras. Esta sangre viscosa puede llegar a convertirse en un factor bastante peligroso, provocando que los pacientes corran riesgo de experimentar problemas de coagulación, formación de coágulos, y abortos espontáneos recurrentes. La enfermedad de Hughes a veces pasa a llamarse Síndrome Antifosfolípido, luego de que los anticuerpos provocan la viscosidad sanguínea.

Factores Causantes del Síndrome de Hughes
El Síndrome de Hughes es causado por la presencia de anticuerpos antifosfolípidos en su torrente sanguíneo. Los anticuerpos antifosfolípidos incrementan la actividad de su sistema inmune, provocando que su sangre se coagule más rápidamente. El mismo también reduce la cantidad de annexin-V y de prostaciclina en su organismo, los cuales son necesarios para diluir su sangre. Si se encontraran anticuerpos antifosfolípidos en su torrente sanguíneo, éste sería un muy buen indicador de que usted estaría padeciendo Síndrome de Hughes. No obstante, hasta un 2% de la población sana y saludable también podría presentar anticuerpos antifosfolípidos en su sangre.

Tipos de Síndrome de Hughes
Existen dos tipos de Síndrome de Hughes:

  • Síndrome de Hughes primario, en el cual la enfermedad aparece sin estar acompañada por lupus.
  • Síndrome de Hughes secundario, en el cual la enfermedad se manifiesta como un síntoma del lupus.

Síntomas del Síndrome de Hughes
Los síntomas del Síndrome de Hughes son -por lo general- muy difíciles de identificar, y algunos pacientes no se dan cuenta de que lo padecen hasta que experimentan el desarrollo de un coágulo sanguíneo. Otros síntomas del Síndrome de Hughes incluyen:

  • Inexplicables y recurrentes abortos espontáneos.
  • Jaquecas y migrañas.
  • Pérdida de la memoria progresiva.
  • Epilepsia.
  • Piel fría.
  • Decoloración azul-púrpura de la piel, particularmente en la piel que rodea las rodillas y los codos.

Diagnóstico del Síndrome de Hughes
El Síndrome de Hughes puede ser diagnosticado con bastante facilidad. Su doctor le preguntará acerca de los síntomas que podría estar experimentando, entre los que se incluyen: formación de coágulos sanguíneos o abortos espontáneos. El próximo paso será realizarle un análisis de sangre para poder determinar la presencia de anticuerpos antifosfolípidos. Generalmente, altos niveles de anticuerpos antifosfolípidos indican la presencia de Síndrome de Hughes.

Síndrome de Hughes y Embarazo
Si estuviera padeciendo Síndrome de Hughes, debería someterse a alguna clase de tratamiento antes de tratar de concebir un bebé. Ya que su sangre se vuelve tan viscosa, quizás no sea capaz de trasladarse hasta las finas venas ubicadas en su placenta. Ésto podría provocar la formación de coágulos en la placenta, los cuales evitarían que su bebé pudiera alimentarse adecuadamente para poder crecer y desarrollarse normalmente. Por otro lado, el Síndrome de Hughes está usualmente asociado con pérdidas de embarazos recurrentes y tardías.

Si usted padeciera Síndrome de Hughes, no significaría que nunca será capaz de tener un bebé. Las mujeres que reciben los tratamientos adecuados durante el embarazo usualmente presentan tasas de embarazo exitosas que superan al 85%. Por otro lado, ha habido mujeres que han dado a luz a sus bebés sin haberse sometido a ninguna clase de tratamiento, aunque ésto no es recomendable, ya que el Síndrome de Hughes puede llegar a incrementar su riesgo de experimentar partos prematuros y preeclampsia.

Complicaciones Asociadas al Síndrome de Hughes
El Síndrome de Hughes puede dar lugar a un gran número de complicaciones, especialmente si el mismo no es tratado a tiempo y de la manera adecuada. Entre las complicaciones se pueden incluir:

  • Formación de coágulos sanguíneos que evitarán que la sangre llegue hasta los órganos vitales.
  • Ataques cardíacos.
  • Apoplejías o derrames cerebrales.
  • Ceguera.

Una complicación particularmente preocupante ligada a este síndrome es el llamado Síndrome Antifosfolípido Catastrófico. Este tipo de Síndrome de Hughes provoca la formación de numerosos coágulos sanguíneos de manera simultánea que pueden dispersarse por todo su organismo; poniendo en grave peligro su vida y la de su bebé.

Tratamiento para el Síndrome de Hughes
El Síndrome de Hughes puede ser tratado exitosamente utilizando medicamentos muy sencillos.

Aspirinas
Pequeñas dosis diarias de aspirinas son usualmente suficientes para evitar que los pacientes desarrollen coágulos sanguíneos. La Aspirina ayuda a que las plaquetas se vuelvan menos viscosas, lo cual evita la formación de coágulos. Existen muy pocos efectos colaterales a excepción de las náuseas y de la irritación estomacal. La ingesta de Aspirinas es uno de los tratamientos más recomendados durante el embarazo.

Heparina
La Heparina es un anticoagulante utilizado para diluir la sangre. La misma actúa evitando la formación de coágulos sanguíneos, pero sólo puede ser administrada mediante inyecciones. No es seguro usarla por extensos períodos de tiempo ya que puede provocar pérdida de masa ósea, lo cual puede llegar a ponerla en riesgo de padecer osteoporosis. La Heparina es usada ocasionalmente durante el embarazo, especialmente cuando las Aspirinas no surten efecto o no pueden ser toleradas.

Warfarina
La Warfarina es conocida como el "estándar de oro" entre los medicamentos anticoagulantes. Si usted ya hubiera desarrollado coágulos sanguíneos, probablemente deberá someterse a una terapia con Warfarina para poder diluir su sangre. La Warfarina es muy segura e inocua para uso general, pero no es recomendada para las mujeres embarazadas. Además, las personas que consumen Warfarina necesitan ser controladas periódicamente para poder asegurarse de que se les está administrando la dosis adecuada. La mayor parte de los pacientes deben realizarse una prueba en la que tienen que pincharse con una aguja para poder determinar el grado de viscosidad de su sangre.

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