La Episiotomía

Si está planificando dar a luz a su bebé mediante un parto vaginal, es realmente importante que discuta con su doctor de cabecera si está dispuesta o no a someterse a una episiotomía. A pesar de que se ha transformado en un procedimiento de rutina durante el trabajo de parto y el alumbramiento, las episiotomías se han vuelto una parte controversial del proceso de parto.

¿Qué es una Episiotomía?
Durante el trabajo de parto, es sumamente común que las mujeres experimenten desgarramiento vaginal a medida que el bebé va pasando por la apertura vaginal. A fin de evitar que ocurra el desgarramiento vaginal, por lo general, los doctores realizan una episiotomía. En este procedimiento, se realiza una insisión en el perineo, el cual conforma el área ubicada entre la vagina y el ano. La incisión permite que la apertura vaginal se agrande, y de esta manera se le da mayor espacio al bebé para que emerja de la misma.

El procedimiento necesario para llevar a cabo una episiotomía es bastante sencillo: se aplica anestesia local en el perineo y se realiza una incisión justo antes de que la mujer embarazada dé a luz al bebé. Luego del nacimiento del bebé y de la expulsión de la placenta, la incisión es suturada utilizando hilo de sutura y puntadas solubles.

Exponiendo las Controversias
En el pasado, las episiotomías eran simplemente un procedimiento estándar que se llevaba a cabo durante el trabajo de parto y el alumbramiento del bebé. No obstante, dicho procedimiento ha sido puesto bajo tela de juicio en los últimos años debido al surgimiento de evidencia de que las episiotomías podrían no ser verdaderamente beneficiosa para una mujer. Numerosos estudios han demostrado que, incluso en los casos en los que una mujer no se someta a una episiotomía, lo más seguro es que no experimente desgarramiento vaginal. Si ésto llegara a suceder, lo más probable es que el desgarramiento sea mínimo y - en la mayor parte de los casos- no llegará a ser peor que la incisión realizada para llevar a cabo una episiotomía.

Dado que la episiotomía ya ha dejado de ser un procedimiento estándar realizado durante el trabajo de parto vaginal, los índices dejan ver que la realización de este procedimiento ha descendido considerablemente. En los Estados Unidos, se realizaron un 39% de episiotomías en los partos vaginales durante 1997, contabilizando un 65% menos que 20 años antes. No obstante, muchas personas piensan que la cantidad de mujeres que aún se someten a episiotomías sigue siendo realmente alta. Los expertos argumentan que el número de episiotomías realizadas en partos vaginales no debería exceder un 20%, mientras que otros piensan que las episiotomías sólo deberían ser practicadas en no más del 10% de los partos vaginales.

Entonces, ¿por qué abogar por menos episiotomías?. Dejando de lado el hecho de que el procedimiento -la mayor parte de las veces- no es realmente necesario, existen más riesgos asociados con el mismo. En el pasado, se creía que una episiotomía se curaba más pronto que un desgarramiento vaginal y que traía aparejadas menos complicaciones. También se creía que la misma ayudaba a tensar la vagina luego del parto y que evitaba el estirameinto de la apertura vaginal. Investigaciones recientes sobre el tema están demostrando que ésto podría no ser cierto.

Las mujeres que se sometían a una episiotomía frecuentemente perdían mucha más sangre durante el alumbramiento. Las mismas también reportaban períodos de recuperación mucho más extensos y dolorosos luego del parto, y tendían a experimentar más complicaciones. Por otra parte, las mujeres que se sometían a una episiotomía eran más propensas a padecer un debilitamiento de los músculos de la zona pélvica luego del parto. Debido a estos factores, así como también a los numerosos riesgos asociados con este procedimiento; varios grupos que se oponen a las episiotomías se han referido a este procedimiento, llamándolo `una mutilación genital´.

Los Riesgos
Algunos riesgos asociados a las episiotomías incluyen:

  • Infecciones.
  • Pérdida de la sensibilidad sexual; mayores molestias durante el acto sexual.
  • Incontinencia.
El hecho de someterse a una episiotomía también aumenta sus probabilidades de experimentar un severo desgarramiento durante el parto. De hecho, éste es uno de los principales factores de riesgo relacionados con las complicaciones durante el trabajo de parto. Los desgarramientos severos que se producen muy cerca del recto tienden a tardar mucho tiempo en sanar. Pero lo que es aún más importante; estos desgarramientos vaginales pueden provocar incontinencias fecales.

La Necesidad de Este Procedimiento
Dejando de lado todos los problemas asociados con las episiotomías, hay momentos en los que este procedimiento es necesario. De hecho, puede llegar a salvarle la vida tanto a la mamá como al bebé cuando es medicamente necesario. La principal razón de por qué debería realizarse una episiotomía es si su bebé estuviera sufriendo, particularmente si estuviera experimentando problemas respiratorios y fuera necesario que naciera lo antes posible.

En general, las parteras tienden a realizar menos episiotomías que los obstetras. No obstante, aún sigue siendo importante que discuta con su doctor de cabecera con cuánta frecuencia realiza episiotomías y bajo qué circunstancias. También debería dejar bien claro en su plan de parto si está dispuesta a someterse a una episiotomía. Por otro lado, podrá realizarse un masaje perineal unas semanas antes de que llegue la fecha del parto; lo cual podría llegar a evitar que tuviera que someterse a una episiotomía.

Su Episiotomía y el PeríodoPostparto
Aquí encontrará algunas cosas que podrá hacer para ayudar a que su episiotomía sane más rápidamente.

  • Inmediatemente después del parto, use bolsas llenas de hielo para aliviar el dolor y la inflamación.
  • Para aliviar las molestias, dése un baño tibio o un baño de asiento varias veces al día.
  • Después de darse un baño o una ducha, asegúrese de que la herida esté completamente seca antes de proceder a vestirse.
  • Trate de no permanecer sentada durante extensos períodos de tiempo.
  • Exponga el área al aire libre siempre que pueda.
  • Evite la constipación, tomando mucha agua y consumiendo una dieta con mucho contenido de fibras.
  • Continúe practicando sus ejercicios kegel para contribuir a reforzar los músculos de la zona pélvica.
  • Evite tener relaciones sexuales por cuatro a seis semanas y/o hasta que su doctor de cabecera le dé permiso.
  • Hable con otras mujeres sobre sus experiencias durante el trabajo de parto mediante nuestro foro.

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