¿Qué Hacer Cuándo Se Produce Demasiada Leche?

Durante las primeras semanas de vida del bebé, su suministro de leche estará controlado principalmente por sus hormonas. Su cuerpo sabrá que hay un bebé que deberá ser alimentado, y por ello se encargará de producir leche materna. Lo que aún no sabrá será cuántos bebés deberán ser alimentados o cuán grandes o hambrientos serán el o los mismos. Es por ello que la mayoría de las mujeres producen una gran cantidad de leche durante ese período de su vida. Es así que podría sentir molestias en sus pechos o sentir que están demasiados llenos, y que quizás hasta goteen. Durante las siguientes semanas, su cuerpo dejará de estar controlado por las hormonas para comenzar a ser controlado por su(s) bebé(s). Ésto significa que sus pechos producirán la cantidad de leche que su bebé tome de ellos. Gradualmente podrá comprobar cómo va disminuyendo su suministro de leche y cómo se va adaptando a las necesidades de su bebé, y de esta manera, sus pechos se sentirán más suaves y livianos.

No obstante, para algunas mujeres, su cuerpo nunca llegará a estar en sintonía con las necesidades de sus bebés, y por ello siempre tendrán pechos llenos de leche. Para muchas de ellas, ésto no se convertirá en algo problemático y disfrutarán viendo engordar a sus bebés, pero para otras, el hecho de producir demasiada leche podría llegar a convertirse en un problema realmente serio y molesto.

Problemas para la Mamá

Las mamás que producen demasiada leche son más susceptibles a sentirse ingurgitadas, a padecer la obstrucción de sus conductos lácteos y a desarrollar infecciones mamarias. Las mismas son más propensas a perder leche de sus pechos, lo cual puede convertirse en un problema sumamente incómodo y vergonzante. Pueden llegar a tener de leche particularmente fuertes, que verdaderamente les provocarán dolor durante algunos minutos; justo en el momento en el que el caudal de leche comience a surgir.

Problemas para el Bebé

Su bebé podría ahogarse cuando esté tomando el pecho. Su poderoso flujo de leche podría causar que el bebé trague demasiada saliva, de arcadas, tosa o quiera despegarse del pecho. El bebé debería eructar frecuentemente durante cada amamantamiento e incluso debería ser separado de su pezón para poder detener el flujo de leche. Si éste fuera su caso, usted debería ayudar a su bebé a lidiar con su caudaloso flujo de leche, mientras que hace todo lo que esté a su alcance para que su suministro de leche comience a regularse y a disminuir.

Los bebés de mamás que producen una excesiva cantidad de leche usualmente padecen problemas gástricos ocasionados por los altos contenidos de lactosa de la propia leche. Su bebé podría tener muchos gases, esputar excesivamente y sentirse frecuentemente descontento/a y molesto/a. Irónicamente, muchos bebés de mamás que producen leche en exceso parecerán tener hambre todo el tiempo, desearán comer con mayor asiduidad y no se sentirán saciados fácilmente. El hecho de que su bebé esté aumentando de peso muy rápidamente, podría ser un factor indicativo de que el mismo/a está comiendo cada vez que lo desea - pero no por ello se estará sintiendo cómodo.

Adaptando su suministro para poder satisfacer las necesidades de su bebé de la mejor manera posible

  • Alimente a su bebé con un solo pecho cada vez que llegue la hora del amamantamiento. Si su bebé desea comer más una o dos horas después de haber sido alimentado, vuelva a colocarlo en el mismo pecho con el que lo alimentó anteriormente. Si su otro pecho estuviera lleno y sintiera molestias en el mismo, extraiga un poco de leche de dicho pecho para poder sentirse más aliviada y con menos molestias. Ésto no debería estimular la producción de leche de dicho pecho.
  • Si luego de una semana de poner en práctica los consejos aportados anteriormente no siente ningún cambio, comience a amamantar a su bebé con un mismo pecho y durante varias horas seguidas. Comience con 2 o 3 horas. Si en cualquier momento dentro del plazo de las 2 o 3 horas su bebé quisiera ser amamantado/a, déle el pecho colocándolo/a sobre el mismo lado en el que lo/a había colocado anteriormente. Si sigue estos consejos y aún así no nota ninguna diferencia, agregue otra media hora hasta que descubra que este procedimiento está dando los resultados esperados.
  • Para los casos más severos, pruebe colocarse sobre sus pechos compresas de hojas de repollo durante algunos minutos por día entre un amamantamiento y el otro. Lave las hojas verdes del repollo, enjuáguelas cuidadosamente y colóquelas dentro del refrigerador. Colóquelas sobre su pecho durante aproximadamente 20 minutos por vez. Las hojas podrán ser usadas a temperatura ambiente si usted le tiene aversión al frío.
  • Por otra parte y para los casos severos, agregue salvia disecada en su dieta, beba té de salvia o tómela como una infusión.

Lo mejor será que hable sobre el tema con un consultor especializado en lactancia antes de realizar cualquier cosa que provoque una disminución en su suministro de leche.

Convierta su Problema en un Don o en un Obsequio

Desafortunadamente, muchos bebés nacen prematuramente o nacen enfermos, y sus mamás no pueden o no quieren amamantarlos. Los bancos de leche estarían muy agradecidos de recibir su leche sobrante, la cual sería utilizada para satisfacer las necesidades vitales de estos bebés. En los EE.UU., póngase en contacto con la Asociación de Bancos de Leche Humana de Norteamérica para donar su leche y ayudar a salvar vidas.

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