Los Bebés Prematuros

 

A pesar de que puede llegar a ser una preocupación bastante común, muy pocas mujeres se anticipan a la idea de dar a luz un bebé prematuro. Aunque la ciencia moderna hace todo lo posible para que los bebés nazcan al menos cuando hayan llegado a la semana 24 de gestación, aquellas semanas - e incluso a veces meses - en los que un bebé prematuro debe permanecer en la unidad de cuidados intensivos neonatales pueden llegar a convertirse en una pesadilla para sus padres.

El hecho de no saber qué esperar durante todo ese tiempo puede transformar la experiencia en algo muy duro de sobrellevar. Si usted ha dado a luz a un bebé prematuro recientemente, o corre el riesgo de dar a luz un bebé prematuro, aquí encontrará la información que necesita saber.

Bebés Prematuros: Las Estadísticas

Hoy en día, en los Estados Unidos más de 1.300 bebés nacerán prematuramente. El índice de nacimientos prematuros ha aumentado un 31% desde el año 1981 hasta el año 2003. Cualquier bebé que nazca más de tres semanas antes de la fecha estimada del parto será considerado un bebé prematuro.

La mayoría de las mujeres dan a luz a sus bebés en la semana 40 del embarazo. No obstante, aproximadamente una de cada 10 mujeres experimentarán trabajo de parto pretérmino. Los bebés prematuros -por lo general- corren riesgo de experimentar problemas de desarrollo y de salud, ya que no han tenido el suficiente tiempo como para desarrollarse y crecer apropiadamente en el útero materno.

En particular, los órganos vitales no estarán completamente formados. Debido a estos factores, su doctor de cabecera debería tratar de retrasar el nacimiento del bebé hasta que el mismo sobrepase las 34 semanas de gestación para así permitir que el mismo/a desarrolle sus órganos vitales completamente y de manera saludable, como por ejemplo: los pulmones.

Signos de Trabajo de Parto Pretérmino

Las futuras mamás que corren riesgo de experimentar trabajo de parto pretérmino podrían notar estos signos cuatro meses antes de la fecha estimada en la cual debería nacer el bebé. Los típicos signos del trabajo de parto pretérmino incluyen la presencia de contracciones regulares en el útero, sangrado vaginal leve, calambres menstruales o abdominales, dolor en la cintura, descarga vaginal acuosa y sensación de opresión en la zona pélvica.

Factores Causantes de Trabajo de Parto Pretérmino

Los factores causantes de trabajo de parto pretérmino son variados. Para aproximadamente la mitad de los bebés que nacen prematuramente, la razón de dicho nacimiento prematuro es desconocida, mientras que para otros existen condiciones médicas específicas.

Entre algunas de estas condiciones médicas específicas se pueden incluir a las siguientes:

  • Ruptura del saco amniótico. Normalmente, la ruptura del saco amniótico no ocurre hasta que llega el momento del parto o justo antes de que la mujer embarazada comience con el trabajo de parto. La ruptura del saco amniótico pone tanto a la mamá como al bebé en una situación altamente riesgosa de contraer infecciones.
  • Infecciones en el útero, en el cuello uterino o en el tracto urinario. El trabajo de parto prematuro puede estar causado por una respuesta anormal del organismo a las infecciones bacterianas.
  • Cuello uterino muy débil. En un embarazo normal, el cuello uterino se dilata en respuesta a las contracciones uterinas. El hecho de que el cuello uterino se debilite puede estar causado por un gran número de razones: presión en el útero relacionada con el embarazo actual; con un embarazo previo; con una cirugía; por estar esperando más de un bebé; o por tener demasiada cantidad de líquido amniótico (hidramnios).
  • Enfermedades crónicas. Una mujer puede correr riesgo de experimentar trabajo de parto pretérmino si sufre hipertensión arterial, diabetes, enfermedades renales o hipotiroidismo.
  • Anormalidades uterinas. Cualquier mujer puede correr el riesgo de experimentar trabajo de parto pretérmino si su útero presenta una forma anormal o se tiene tumores benignos en el mismo.
  • Partos prematuros anteriores.
  • Abuso de substancias.
  • Alimentación deficiente . Una mujer desnutrida o anémica es más propensa a experimentar trabajo de parto pretérmino que una mujer sana y saludable.
  • Otras condiciones, tales como que el feto desarrolle anormalidades o defectos congénitos, o que la futura mamá posea excesivo líquido amniótico.
  • Otros factores que podrían provocar trabajo de parto pretérmino se dan en aquellas mujeres embarazadas de mellizos, trillizos o de múltiples bebés, en las que están expuestas a violencia doméstica, en las que han dejado pasar un breve período de tiempo entre un embarazo y otro o en las que están esperando un bebé y se hayan sometido a una FIV.

Tratamiento

Si hubiera comenzado con el trabajo de parto pretérmino, su doctor de cabecera podría decidir prescribirle medicaciones. A pesar de que estas medicaciones no contribuirán a posponer el trabajo de parto hasta que el mismo haya llegado a la fecha estimada, podrán posponerlo lo suficiente como para que puedan transferirla al hospital o institución médica apropiada. En algunos casos se podría combinar la internación con medicaciones formuladas específicamente para facilitar el crecimiento de su bebé.

Entre los medicamentos más comunes que se pueden recetar para tratar el trabajo de parto pretérmino se incluyen los siguientes:

  • Terbutalina (Brethina)- la cual relaja los músculos del útero.
  • Sulfato de Magnesio- el cual relaja los músculos, y se aplica por vía intravenosa.
  • Ibuprofeno (Advil, Motrin)- bloquea la producción de substancias encargadas de estimular las contracciones uterinas.
  • Corticosteroides (betametasona, dexametasona)-medicaciones que ayudan a que los bebés desarrollen sus pulmones en 24 o 48 horas.

En algunos casos, a ciertas mujeres embarazadas se le puede recetar reposo en cama para poder posponer el trabajo de parto.

Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN)

Luego de nacer, los bebés prematuros son colocados en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN). Dependiendo del estado de gestación y de las condiciones médicas, un bebé prematuro puede necesitar permanecer en la UCIN desde algunas semanas hasta varios meses.

En la UCIN, un bebé prematuro recibirá cuidados intensivos provenientes de profesionales médicos entrenados, de terapeutas encargados del sistema respiratorio y de otros especialistas, así como enfermeros y miembros del hospital o de la clínica en la que esté internado.

Un bebé prematuro será colocado en una incubadora en donde se lo mantendrá abrigado y tibiecito para poder regular la temperatura de su cuerpo. Su bebé será conectado a una gra cantidad de máquinas que lo ayudarán a recibir líquido y nutrientes, así como también controlarán su presión sanguínea, su frecuencia cardíaca, su respiración y su temperatura.

A los padres del bebé, este tipo de equipamiento podría parecerles intimidante. No obstante, no tenga temor de preguntarle a los miembros de la plantilla del hospital sobre cada una de las máquinas y acerca de la función que llevan a cabo para ayudar a su bebé.

El hecho de comprender mejor sus funciones y lo que cada máquina está haciendo para ayudar a su bebé usualmente deja tranquilos a los padres y les permite lidiar mejor con este problema.

Cuando un bebé prematuro es lo suficientemente sano como para ser llevado a su hogar, los miembros de la plantilla del hospital hablarán con los padres para brindarles consejos útiles sobre cómo cuidar de un bebé prematuro.

Debido al hecho de que los bebés prematuros desarrollan o contraen más enfermedades y de que estas enfermedades pueden llegar a progresar más rápidamente que si se tratara de bebés sanos, es crucial y sumamente importante concertar citas médicas regulares con el profesional médico que los estuviera atendiendo para controlar el estado de salud de los mismos.

Complicaciones Físicas de los Bebés Prematuros

Los bebés nacidos en la semana 23 o en la 26 de gestación corren mayores riegos de desarrollar condiciones médicas realmente graves. Algunas de estas condiciones o enfermedades son: parálisis cerebral, acumulación de líquido en el cerebro (hidrocefalia), problemas neurológicos, retardos en el desarrollo y convulsiones.

Los bebés prematuros que padecen hemorragias cerebrales severas durante los 10 primeros días de vida son más propensos a desarrollar retardos en su desarrollo, convulsiones, problemas de aprendizaje y acumulación de líquido en el cerebro.

Un bebé prematuro podría padecer problemas retinales o retinopatía por prematurez (ROP, por sus siglas en Inglés), siendo éste un crecimiento irregular de los vasos sanguíneos ubicados en la retina, provocados por al hecho de que el bebé no ha podido desarrollar completamente sus ojos cuando se encontraba en el útero materno.

Por otro lado, los bebés prematuros pueden desarrollar problemas intestinales así como también una enfermedad conocida como enterocolitis necrotizante (NEC, por sus siglas en Inglés). Los bebés que padecen esta enfermedad deberán ser alimentados por vía intravenosa y deberán tomar antibióticos por algunas semanas. Los bebés prematuros también corren un alto riesgo de desarrollar SMIS.

No obstante, no todos los bebés que nacen prematuramente experimentarán complicaciones tan severas. Los bebés que nacen antes de la semana 28 corren mucho menos riesgo de experimentar estas complicaciones que aquellos que nacen después de la semana 32 de gestación; los cuales usualmente experimentan problemas de menor severidad que pueden ser resueltos para cuando el bebé esté en condiciones de abandonar el hospital o la clínica en la que se encontraba e ir a su hogar.

Complicaciones Psicológicas de los Bebés Prematuros

Además de los problemas físicos que pueden desarrollar los bebés prematuros, también podrían surgir un gran número de complicaciones psicológicas. De acuerdo a la Universidad del Colegio Médico de Wisconsin, existen cinco áreas de desarrollo a considerar en un bebé prematuro: fisiológica (funciones orgánicas), motora (movimientos y tonicidad muscular), estados de la consciencia (el ciclo sueño-vigilia) , atención (capacidad de respuesta) y autorregulación (capacidad de mantener balanceadas y equilibradas las diferentes funciones).

Un bebé prematuro que no haya desarrollado completamente sus sistema nervioso en el útero materno podría tener sus funciones cerebrales inmaduras.

Entre los signos que denoten inmadurez en las funciones cerebrales se incluyen:

  • Fisiológicas: Ahogarse con mucha frecuencia, cambiar frecuentemente de color, y respirar irregularmente o tener frecuencia cardíaca irregular.
  • Motoras: Retorcerse, sufrir entumecimiento muscular, cojear o estar imposibilitado de permanecer erguido.
  • Estados de la Consciencia: Incapacidad para estar alerta o sufrir un estado de nerviosismo constante.
  • Atención: Problemas para focalizarse en una persona en particular o prestar atención; cansarse rápidamente cuando se interactúa con alguien.
  • Autorregulación: Dificultad para calmarse luego de haberse puesto nervioso/a.

El hecho de comprender y darse cuenta de que su bebé está retrasado/a en cualquier área particular del funcionamiento psicológico la ayudará a satisfacer mejor sus necesidades y a ayudarlo/a a adaptarse al entorno que lo/a rodea y así facilitará su desarrollo y crecimiento.

Dar a luz y cuidar un bebé prematuro puede llegar a convertirse en una experiencia sumamente compleja. Los padres de bebés prematuros deberían hacer uso de todos los recursos que estén a su disposición entre los que se incluyen: la familia, los amigos, grupos de apoyo, libros educativos y personal o staff médico.

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