Alcohol y Lactancia
Existe una regla general que afirma que consumir alcohol es seguro mientras se esté amamantando, siempre y cuando no sea consumido de manera frecuente o en grandes cantidades. Cerca del 2% del alcohol que usted consume ingresará en su torrente sanguíneo y en su leche.
Tome en Cuenta la Edad de su Bebé
El alcohol afectará a los bebés y a los niños de manera diferente según sus edades.
- Bebés Recién Nacidos: el hígado inmaduro de un bebé recién nacido dificulta enormemente el hecho de procesar el alcohol aunque sólo se trate de pequeñas cantidades.
- Bebés de Tres Meses: un bebé de tres meses puede metabolizar el alcohol a la mitad de la velocidad que lo puede hacer una persona adulta.
- Niños Pequeños: un bebé mayor de un niño podrá metabolizar el alcohol con mayor facilidad.
Consejos Generales
No beba alcohol mientras esté disfrutando de su período de lactancia. Absténgase de darle de mamar a su bebé hasta dos o tres horas después de haber bebido alcohol por última vez; los picos máximos de alcohol en su torrente saguíneo se alcanzarán recién a los 30-60 minutos después de haber bebido; es por esta razón por la cual debería evitar amamantar dentro de ese período de tiempo. Limítese a beber sólo una o dos copas de alguna bebida que contenga alcohol. El hecho de beber más de dos copas de alcohol inhibirá el reflejó encargado de estimular el descenso de leche, y hará que al bebé le cueste mamar, y por ello no sea capaz de beber la suficiente cantidad de leche como para mantenerse sano y saludable.
Los Efectos que Produce el Alcohol en el Bebé
Naturalmente, cuánto más frecuentemente beba alcohol, más pronunciados y graves serán los efectos que éste produzca tanto en su organismo como en el de su bebé. Se ha demostrado que los bebés duermen menos cantidad de horas luego de consumir leche materna. Mediante una serie de estudios científicos se ha comprobado que el hecho de consumir uno o más tragos por día daña el desarrollo motriz del bebé. Es por ello que debería recordar lo siguiente: es mejor prevenir que luego tener que lamentarse.
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