Tratando los Fibromas con Medicamentos

A veces Se Dará Cuenta - A Veces No

Cuando se desarrollan fibromas, los mismos se harán notar o quizás su presencia podría llegar a pasar desapercibida. Muchas mujeres que están pasando por sus años reproductivos experimentan el desarrollo de fibromas uterinos - también llamados: fibromiomas, leiomiomas o miomas - y pueden disfrutar de su vida sin ninguna clase de problemas.

Por el contrario, otras mujeres padecen dolor abdominal, hemorragias menstruales severas - las cuales pueden durar muchos días - dolor de espalda, dolor de piernas e incontinencia urinaria o constipación. Los fibromas uterinos no están relacionados con un incremento en el riesgo de desarrollar cáncer de útero y afortunadamente, casi nunca se vuelven cancerosos.

¿Qué Factores Causan el Desarrollo de Fibromas?

El verdadero factor causante del desarrollo de fibromas es desconocido - no obstante - algunas investigaciones y la misma experiencia acumulada ha podido recabar información sobre numerosos factores que contribuyen al desarrollo de fibromas, como por ejemplo: alteraciones genéticas en las células, las cuales se encuentran emplazadas y "codificadas" para hacer reaccionar a los músculos uterinos.

Las hormonas conocidas con el nombre de estrógeno y progesterona - encargadas de estimular el desarrollo de la membrana uterina en preparación para el embarazo - parecen promover el crecimiento de fibromas.

Los fibromas contienen más estrógeno y receptores de estrógeno que los contenidos en las células normales de la musculatura uterina. Por otra parte, algunos de ellos desarrollan y liberan substancias químicas en el organismo, como por ejemplo: el factor de crecimiento de tipo insulina el cual podría llegar a afectar el crecimiento de fibromas .

Diagnosticando Fibromas

En general, los fibromas no causan problemas graves y muy pocas veces requieren ser sometidos a tratamientos. La terapia médica y las cirugías pueden ser utilizadas para achicar o para extraer los fibromas en caso de que los mismos se hayan vuelto problemáticos o provoquen repentino y agudo dolor en la zona pélvica.

Con frecuencia, los mismos son descubiertos por casualidad como consecuencia de un exámen pélvico realizado por un doctor, quién podría sentir o palpar irregularidades en el tamaño y en la forma del útero a través del abdomen. Si el doctor necesitara confirmar la presencia de fibromas, lo más probable será que le pida que se realice una prueba de ultrasonido a fin de confirmar el diagnóstico e investigar los tumores.

Las resonancias magnéticas u otras técnicas de diagnóstico por imágenes pueden ser usadas si el ultrasonido no llegara a proporcionar la suficiente información. Junto a las técnicas de diagnóstico por imágenes, el doctor podría requerirle a la mujer en cuestión que se realice un análisis de sangre para poder evaluar si la paciente padece deficiencia de hierro y para evaluar el equilibrio hormonal. Todas estos exámenes ayudarán al doctor a determinar las causas que provocan sangrado o hemorragia y dolor.

Diferentes Tratamientos

Existen numerosos y diferentes tratamientos disponibles para curar o erradicar los fibromas uterinos. Debido a que la mayoría de las mujeres ni siquiera saben que pueden tener fibromas - a causa de que los mismos no presentan signos ni síntomas -, lo mejor que se podría hacer sería ser precavida en lugar de esperar que algo más se desarrolle.

Los fibromas tienden a crecen lentamente y se achican después de la menopausia, cuando los niveles de hormonas reproductivas decaen significativamente.

Los medicamentos pueden ayudar a regular los ciclos menstruales al identificar las hormonas que podrían ser útiles para tratar los síntomas propios de los fibromas, como por ejemplo: hemorragias caudalosas y presión en la zona pélvica.

Los mismos no eliminarán los tumores, pero podrían lograr achicar su tamaño. Los agonistas de la hormona liberadora de Gonadotropina (Gn-RH) desencadenarán un nuevo ciclo menstrual al ponerse en contacto con el centro de control ubicado en el cerebro - conocido con el nombre de hipotálamo - lugar en el cual se produce la Gn-RH.

La medicación utilizada se dirigirá directamente a la glándula pituitaria y estimulará la producción de estrógeno y de progesterona llevada a cabo por los ovarios. Los andrógenos - las tan conocidas hormonas masculinas - podrían contribuir a achicar los fibromas, reducir el tamaño del útero, hacer cesar las menstruaciones y corregir la anemia.

Las anticonceptivos orales o las progestinas ayudan a controlar el sangrado menstrual, pero no pueden disminuir el tamaño de los fibromas. Los NSAIDS (por sus siglas en Inglés) - los cuales no son medicamentos a base de hormonas - son efectivos en caso de experimentar hemorragias vaginales severas que no estén relacionadas con los fibromas, pero no son efectivos para evitar el sangrado o las hemorragias causadas por los fibromas.

Hable con Su Doctor

El profesional médico es la mejor fuente de información disponible para poder designar un protocolo adecuado para tratar médicamente los fibromas.

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