Cambios en las Carreras para las Mamás que Trabajan Fuera del Hogar

Con un Nuevo Bebé En camino, Ella No Se Sentía Segura en el Trabajo.

Ann Sandler* de Newport, Rhode Island era una escritora independiente que se encargaba de escribir artículos de revistas para varias publicaciones. Ann era bastante exitosa, pero con un nuevo bebé en camino, sentía que la falta de seguridad en el trabajo era provocada por la propia naturaleza inscontante del trabajo de una escritora independiente.

Su trabajo era emocionante, pero al mismo tiempo, una rara manera de ganarse la vida. Una publicación era bien pagada, por la siguiente recibía poco dinero, a veces recibía el pago en el momento en el que el artículo era publicado, otras se retrasaba por meses, y otras revistas pagaban según el reconocimiento de la persona que escribía el artículo y una vez que el mismo era aprobado. 

El trabajo alcanzaba momentos gloriosos cuando recibía un cheque de $100,00 por un artículo que ella había olvidado que había enviado, y el mismo llegaba después de las vacaciones; y alcanzaba los peores momentos cada vez que una revista manifestaba que amaba su trabajo pero que no poseía el presupuesto suficiente como para solventar los gastos de ese departamento en particular. Había llegado el momento de volver a evaluar la situación.

El Pago No Era Tan Alto Como Ella Esperaba, Pero Era Un Ingreso Constante

Ann descubrió que había desarrollado numerosas destrezas de mercadeo durante el curso de su carrera independiente y decidió explorar la posibilidad de ganarse el sustento sacando provecho de algunas de esas destrezas.

Ella había visto un aviso en el cual publicaban una vacante para ocupar el puesto de escritora abstracta y decidió solicitar dicho trabajo. Envió su Currículo, y muy pronto fue contactada por un representante de dicha empresa. Ann debería completar un test fechado y con puntaje, el cual le sería enviado por medio del correo electrónico, y dicho test determinaría sus intereses y sus habilidades.

Si la empresa se sentía a gusto con los puntajes obtenidos en el mismo, Ann sería invitada a participar de un curso de capacitación que duraría tres semanas. Luego de completar el curso, Ann podría elegir entre un puesto de medio tiempo o uno de tiempo completo. El puesto de medio tiempo constaba de una cantidad mínima de 30 horas semanales, con la posibilidad de trabajar desde su hogar.

La paga no era demasiado alta como ella hubiera deseado, pero era un ingreso constante que podría ganar desde la comodidad de su propio hogar y que le permitiría vincularse con su bebé al mismo tiempo que le reportaba la suficiente cantidad de dinero como para poder pagar las cuentas.

Ann se dió cuenta de que un ingreso estable y moderado era una mejor opción que la errática e independiente carrera que había estado desarrollando durante años.

Además, si de repente se le llegaba a ocurrir una gran idea para escribir un artículo, no había nada que no le permitiera escribirlo y enviarlo a la revista que deseara; tomando en cuenta su calidad de escritora de artículos independientes. De esta manera, Ann podría ganar dinero extra y así acrecentar el presupuesto familiar.

Un cambio en la descripción del trabajo que llevaba a cabo le permitió a esta reciente mamá ganar su propio sustento y poder estar junto a su bebé las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

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