Una Promesa a Medias
Nunca Cumplida
El trabajo de una mujer nunca termina. Es un hecho comprobado, luego de pensar en ésto detenidamente tenga en cuenta que la afirmación anteriormente mencionada no puede ser más verdadera en lo relacionado a la carga de trabajo y tareas que debe desempeñar una mujer.
Las perfectas mamás que trabajan fuera de su hogar poseen hogares perfectos, esposos e hijos. Sus hogares y familias son inmaculadas y nada está fuera de su lugar.
Nosotras podemos pretender que no deseamos ser esa clase de mamás trabajadoras perfectas en todo, pero todas intentamos denodadamente llevar a cabo lo mejor posible las tareas hogareñas que nunca parecen dejar de necesitar nuestra atención y cuidados.
Plan de Guerra
Podría ser muy beneficioso el hecho de elaborar un plan de guerra a seguir, el cual la ayudará a mantener las cosas bajo control- o al menos - ayudará a que las mismas sean bastante manejables. Aquí le brindamos algunos consejos prácticos que la ayudarán a mantener las cosas limpias y ordenadas.
Una limpia barrida--Configure un cronómetro por diez minutos, y luego pídale a los miembros de su familia que se paseen por toda la casa tratando de ordenar y limpiar todo lo que esté fuera de lugar o sucio.
Sería bueno que hiciera ésto una vez al día, justo antes de ir al supermercado a realizar las compras. Todos esos zapatos fabricados para tropezarse con ellos serán guardados en su debido lugar mientras que los libros y los juguetes serán colocados nuevamente en los estantes de la biblioteca y en las cajas de juguetes, respectivamente.
Recipientes para colocar la ropa para lavar--Coloque en diferentes lugares cuatro cestos o canastas livianas de colores claros, oscuros, blancas y brillantes; y enséñele a los niños cómo colocar su ropa sucia dentro de los receptáculos adecuados. Cada vez que una de las cestas esté llena, simplemente coloque su contenido en la lavadora automática y comience con la tarea.
Aerosol de limpieza para múltiples propósitos--Recorra la casa con un aerosol y algunas toallas de papel, limpiando lo que sea necesario (manillas o mangos, puertas, teléfonos, paredes lavables). Se sentirá maravillada al ver cuán bien lucirán las cosas en unos pocos segundos.
Limpie mientras realiza otras tareas--No deje toda la ropa para lavar para cuando haya terminado de cocinar. Vaya limpiando las diferentes cosas a medida que vaya realizando otras tareas, y de esta manera el caos nunca se saldrá de control. Recuerde que haciendo ésto, ahorrará tiempo y evitará tener los nervios destrozados.
Compre tapas para quemadores de cocina--Compre y use tapas para quemadores de cocina desechables para poder limpiar la sucia y grasienta parte superior de la cocina en un suspiro.
Etiquete las cosas--Coloque etiquetas en los cajones donde haya objetos de los niños para que los mismos puedan encontrar sus cosas sin perder tiempo. Ésto también será útil para los ayudantes de lavandería que necesiten saber el lugar exacto en el que deberán guardar las cosas que vayan doblando. Compre etiquetas autoadhesivas especialmente diseñadas para llevar a cabo este propósito.
Conserve las viejas medias o calcetines de algodón--Los viejos calcetines se pueden transformar en impresionantes trapos para limpiar el polvo. Deslice su mano dentro de uno de ellos, rocíelo con aerosol para quitar el polvo y frote su mano sobre los muebles y sobre otros objetos polvorientos.
Trabaje teniendo en cuenta la gravedad--Enséñele a su familia que la ley de gravedad se aplica a las tareas de limpieza doméstica. La suciedad cae, es por ello que debería limpiar los objetos sucios desde arriba para abajo.
Ésto significa que las cosas tienen un orden preestablecido--primero debería quitarle el polvo a los objetos que se encuentren a mayor altura, y por último, a los que se encuentren más cerca del suelo.
Incluso un niño pequeño puede barrer la mugre que hay debajo de una alfombra y limpiar los cielorrasos y las paredes; derribando tanto el polvo como las telarañas antes de que usted prosiga limpiando el resto de la suciedad.
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