¿Cesárea o Parto Vaginal?. ¿Las Mujeres Obesas Tienen Opciones?

En el pasado, los partos por cesárea eran considerados necesarios para las mujeres embarazadas que padecían obesidad. ¿Pero, aún se sigue pensando lo mismo?.

La mayoría de los expertos concuerdan en que, a pesar de que los partos vaginales pueden llegar a ser riesgosos para las mujeres obesas o excedidas de peso, los partos por cesárea también podrían traer aparejados ciertos riesgos para la salud de la mujer embarazada y de su bebé.

Evaluando los Pros- los Contras y las Consecuencias

Una cesárea - aún hoy en día - es considerada como una buena opción para las mujeres embarazadas, debido a la extensa duración de los partos vaginales y al tamaño de los bebés.

Un estudio científico llevado a cabo en el año 2004 descubrió que las mujeres obesas tendían a tener trabajos de parto activos mucho más extensos (ésto es, el tiempo que les tomaba dilatarse desde 4 cms hasta alcanzar los 10 cms.). En el caso de las mujeres de peso promedio, el trabajo de parto activo toma aproximadamente 6.2 horas, mientras que en el caso de las mujeres obesas el proceso toma un promedio de 7.2 a 7.9 horas.

Las mujeres con sobrepeso incluídas en el mismo estudio tendían a llegar hasta los cuatro o seis centímetros de dilatación, mientras que las mujeres obesas que utilizaban medicamentos tendían a llegar por debajo de los 7 cms. En los casos de partos inducidos, un estudio diferente descubrió que las mujeres obesas necesitaban más medicación a fin de comenzar con el proceso del parto.

Además, las mujeres obesas; las cuales contabilizan a más de la mitad de todas las mujeres embarazadas, usualmente daban a luz bebés más grandes. Debido a ésto, el bebé corría mayores riesgos durante el parto vaginal, incluyendo dislocaciones de hombros (cuando los hombros se atascan en el canal de parto).

Ésto podría traer como consecuencia cambios en el sistema nervioso de los bebés o desgarros vaginales en las mamás. Teniendo en cuenta todas estas cosas, parece ser que el parto por cesárea es la ruta más práctica a tomar en estos casos.

Los doctores usualmente prefieren practicar cesáreas si la mujer ha tenido una cesárea previa, debido a la falta de progreso , lo cual podría provocar un parto de nalgas, en cuyo caso, una cesárea no siempre es la opción preferida.

Pero las cesáreas pueden traer aparejados sus propios riesgos. Las hernias producidas por el debilitamiento de las paredes abdominales son uno de los riesgos, mientras que los peligros para el bebé incluyen: desarrollo de problemas respiratorios, hemorragias e infecciones.

Los obstetras y las parteras afirman que las cesáreas incrementan el riesgo de tener que someterse a una histerectomía, ya sea en el presente o en el futuro, duplicando el riesgo de muerte materna.

Algunos doctores creen que la probabilidad de someterse a una cesárea puede ser reducida al monitorear exhaustivamente al bebé, y al controlar el aumento de peso de la mujer embarazada.

El hecho de controlar el aumento de peso se da para que las mujeres respeten la tasa saludable de aumento promedio, la cual oscila entre las 15-20 libras. y para disminuir las probabilidades de que las mujeres excedidas de peso tengan que someterse a una cesárea. Comer sano y ejercitarse regularmente también podrían ayudar a alcanzar esta meta.

Otras Complicaciones: Mujeres Obesas y Analgésicos

Otros riesgos asociados con los partos y las mujeres obesas incluyen problemas para administrar correctamente las epidurales; debido a que la espinal dorsal de una mujer de mayor contextura física es usualmente más difícil de localizar con una aguja.

Un estudio científico descubrió que la opinión médica generalizada es que a las mujeres obesas se les debería suministrar una epidural ni bien llegaran al hospital, a fin de evitar el uso de anestesia de emergencia; en caso de que se llegara a la conclusión de que sería necesario someterlas a una cesárea.

Si las mujeres obesas no usan una epidural, requerirán la aplicación de un anestésico general para ayudarlas a respirar apropiadamente. Insertar un tubo en los pulmones de la mujer parturienta puede ser aún más riesgoso que administrar correctamente una epidural.

Otras complicaciones asociadas al hecho de insertar un tubo para respirar usado cuando se aplica anestesia general incluyen el desarrollo de coágulos sanguíneos.

Mientras tanto, otro estudio descubrió que no había una asociación directa entre el tamaño o peso de la mujer embarazada (peso, altura, Índice de Masa Corporal, Área de Superficie Corporal) y el riesgo de desarrollar fiebre por la aplicación de una epidural. La fiebre provocada por la aplicación de epidurales ocurre en el 25% de los embarazos. Por otra parte, se descubrió que el tamaño tampoco afecta la duración del efecto de las epidurales.

Los doctores hacen especial hincapié en el hecho de que padecer de sobrepeso podría llegar a acarrear mayores complicaciones durante el trabajo de parto; la mayor parte de las mujeres obesas pueden disfrutar de una parto saludable, sin importar si el mismo es vaginal o por medio de una cesárea.

Los expertos sugieren que las mujeres obesas les hacen saber sus preocupaciones específicas a sus doctores, a fin de asegurarse de que las experiencias del embarazo y del parto sean positivas y saludables.

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