Diagnóstico Genético de Preimplantación

La primera vez que se llevó a cabo este procedimiento fue en el año 1988; el diagnóstico genético de preimplantación (DGP) les permite a las parejas que decidan someterse a una fertilización in vitro (FIV) para poder revertir sus problemas de infertilidad, la posibilidad de analizar sus embriones y comprobar si los mismos son portadores de alguna clase de enfermedad o trastorno genético. Pero a pesar de que muchas parejas consideran a esta tecnología relativamente novedosa, como una manera ideal de asegurarse de que su bebé nacerá sano y saludable; otras consideran al DGP como una especie de receta para futuros desastres.

¿Cómo se LLeva a Cabo un DGP?
El diagnóstico genético de preimplantación se lleva a cabo/ implementa durante un ciclo de FIV, a fin de poder identificar los embriones específicos que estuvieran portando genes anormales. El DGP también podría ser utilizado para ayudar al especialista que la estuviera atendiendo a seleccionar los embriones que correspondieran a un sexo en particular, siendo éste un procedimiento que se realiza, por lo general, para evitar el desarrollo de enfermedades específicas de alguno de los dos sexos, pero además, el mismo podría realizarse para balancear una familia. El DGP es normalmente recomendable para aquellas parejas en las cuales uno o ambos integrantes de la misma son identificados como portadores de enfermedades genéticas (como por ejemplo: hemofilia o fibrosis quística).

El DGP, en la mayoría de los casos, se lleva a cabo luego de que los óvulos de la mujer en cuestión hayan sido extraídos, cosechados y fertilizados utilizando el esperma de su pareja; pero antes de que los mismos sean transferidos nuevamente al útero de la mujer. Una vez que los óvulos fertilizados se encuentren entre las etapas de desarrollo celular cuatro a 10, una o dos células (conocidas con el nombre de blastómeros) serán extraídas con mucho cuidado de cada embrión, valiéndose de una técnica microquirúrgica similar a la que se utiliza para llevar a cabo una ICSI. El ADN proveniente de los blastómeros que han sido extraídos será analizado para comprobar si alguno de ellos presenta alguna clase de enfermedad o de trastorno genético. Si llegara a detectarse alguna anormalidad; esos embriones serían destruídos. Sólo aquellos embriones que estuvieran completamente sanos y que no portaran genes enfermos serían transferidos nuevamente al útero materno.

¿Qué Clase de Enfermedades Puede Llegar a Detectar y Analizar un DGP?
Numerosas enfermedades, así como también trastornos genéticos - clasificados como trastornos cromosómicos, defectos genéticos o trastornos relacionados con un sexo en particular-, podrán ser detectados y analizados a través de un DGP. Los diferentes cromosomas serán analizados para poder detectar y analizar trastornos específicos, entre los que se podrían incluir:

  • Cromosoma 13: Cáncer de Mama y de Ovarios, Sordera, Enfermedad de Wilson.
  • Cromosoma 15: Síndrome de Marfan, Enfermedad de Tay-Sach.
  • Cromosoma 16: Riñón Poliquístico, Alfa Talasemia.
  • Cromosoma 17: Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth.
  • Cromosoma 18: Enfermedad de Niemann-Pick, Cáncer de Páncreas.
  • Cromosoma 21: Síndrome de Down.
  • Cromosoma X: Distrofia Muscular de Duchenne, Síndrome de Turner, Síndrome del Cromosoma X Frágil.
  • Cromosoma Y: Leucemia Mieloidea Crónica.

¿Quiénes serían las Personas Elegibles para Someterse a un DGP?
La primera vez que el DGP fue ofrecido al público en general, se pensaba que el mismo sólo debería ser utilizado por aquellas parejas cuyos futuros bebés pudieran llegar a correr `un alto riesgo´ de desarrollar alguna clase de trastorno genético. No obstante, el DGP fue originalmente ofrecido solamente a un selecto grupo de clínicas que se encargaban de tratar problemas de infertilidad en todo el mundo.

A medida que más y más clínicas comenzaron a ofrecer DGPs.; esta tecnología comenzó a estar disponible para ser utilizada por cualquiera que así lo requiriera, al menos eso fue lo que sucedió en los Estados Unidos. Muchos países -aún hoy en día- poseen severas restricciones referidas a este procedimiento en particular. Como consecuencia de ello, cada vez son más las parejas que literalmente deben cruzar el globo (viajar de un lado a otro del mundo) para poder ser tratadas en las clínicas que ofrecen DGPs. a requerimiento de sus pacientes.

Aquellas clínicas que restringen el uso de los DGP generalmente se guian por las siguientes directivas referidas a quiénes serían las personas que cumplirían con todos los requerimientos necesarios para ser sometidas a un DGP:

  • Mujeres mayores de 35 años de edad, que han sufrido abortos espontáneos en el pasado o que no han podido quedar embarazadas, aunque se hubieran sometido a uno o más tratamientos de FIV.
  • Mujeres que hubieran experimentado recurrentes abortos espontáneos.
  • Cualquier pareja que no hubiera sido capaz de concebir, aunque se hubiera sometido repetidas veces a múltiples ciclos de FIV.
  • Cualquier pareja en la cual el conteo espermático del hombre fuera muy bajo, y por ende, fuera necesario someterse a una ICSI.

Ética del Diagnóstico Genético de Preimplantación
No debe sorprendernos el hecho de enterarnos de que una gran cantidad de personas poseen serias preocupaciones éticas cuando piensan en un DGP o en una FIV. Una de las preocupaciones más comunes es la referida a que el DGP traerá como consecuencia directa que la sociedad pueda darle mayor importancia y más valor a las personas `sanas y saludables´ en detrimento de aquellas consideradas como `no saludables´. Aún hoy en día, los defensores del DGP hacen especial énfasis en la cuestión referida a que esta tecnología podría permitir que el desarrollo de varias enfermedades o trastornos pudiera ser significativamente reducido o incluso eliminado por completo. Por otro lado, otras personas se cuestionan la idea de que un embrión pueda ser creado fuera del cuerpo materno y luego pueda ser destruído si se lo llegara a considerar enfermo o defectuoso. Además, los resultados provenientes de los DGP no son 100% precisos. Y aún en el caso de que se llegara a detectar una anormalidad cromosómica, este descubrimiento no garantizará que el bebé nacerá con una enfermedad o trastorno particular.

Por otro lado, muchas personas prefieren y elogian al DGP, ya que mediante el mismo se podrían detectar problemas potenciales incluso antes de que un embarazo comience a desarrollarse. Actualmente, la amniocentesis es el procedimiento estándar o más utilizado durante el transcurso de un embarazo, siendo el mismo muy útil para poder detectar cualquier tipo de anomalía genética. Sin embargo, este procedimiento no podrá llevarse a cabo hasta que la mujer embarazada haya llegado al segundo trimestre de su embarazo, lo cual podría acarrearle mayores riesgos al feto. Además, si una pareja decidiera interrumpir su embarazo -abortar su bebé- basándose en los resultados arrojados por la amniocentesis; ésta sería una decisión mucho más difícil de tomar tanto desde el punto de vista emocional o psicológico como del físico.

El DGP podría también beneficiar a aquellas familias que tuvieran un hijo enfermo, el cual podría necesitar un transplante de células madre. A través del DGP, la pareja en cuestión podría identificar un embrión que fuera completamente compatible con su hijo enfermo. Una vez que su segundo bebé naciera, las células madre del cordón umbilical serían extraídas y agrupadas para luego ser utilizadas en un transplante, sin que ello implicara ningún problema para la mamá o para el niño/a, a diferencia de lo que sucede con las células madre de la médula ósea, donde el procedimiento de extracción es sumamente doloroso e invasivo. Por otra parte, existen preocupaciones o temores acerca del hecho de que varios de estos bebés lleguen a ser considerados como una unión o recolección de ´piezas de recambio o de repuesto´.

El problema particular de la selección del sexo y el DGP es también un asunto bastante escabroso y controversial. A pesar de que a muchas personas les parecerá ideal el hecho de ser capaces de decidir cómo se conformará su familia, o de poder tener la esperanza de -mediante la selección del sexo del bebé- poder evitar ciertas enfermedades o trastornos relacionados directamente con cada sexo; otros argumentarán que la selección del sexo del futuro bebé animará a las personas a favorecer a un sexo en detrimento del otro. En los países donde ya existe una preferencia explícita a favor de un sexo, por lo general el sexo masculino, es donde se arraiga más fuertemente el temor de que al permitir a las parejas elegir el sexo de su bebé, se podría llegar a provocar un serio desequilibrio en la conformación social de dicha sociedad.

El DGP y el Embarazo
Una de las principales preocupaciones esgrimidas por la mayor parte de las parejas, es si este procedimiento podría llegar a afectar sus posibilidades de concebir un bebé o -lo que es aún más importante-, si el mismo podría afectar el estado de salud de su embrión. Debido a que este procedimiento se debe llevar a cabo en una etapa muy temprana del proceso de desarrollo, precisamente en el momento en el que cada célula que conforma el embrión puede removerse/separarse potencialmente y crear por sí misma otro embrión; el DGP no llegaría a causar ninguna clase de daño al embrión que se estuviera desarrollando. Es por ello que aún se están debatiendo -si existieran- , las formas en que un DGP podría afectar las posibilidades de llevar a buen término un embarazo.

Varias personas piensan que el hecho de someterse a un DGP y de manipular al embrión podría disminuir significativamente sus probabilidades de concebir un bebé mediante una FIV. No obstante, existen otras que no están de acuerdo con este cuestionamiento, y que creen que -por el contrario- las tasas de éxito relacionadas al hecho de lograr concebir un bebé podrían llegar a incrementarse si se recurriera a un DGP. Ésto se debería a que sólo aquellos embriones considerados como más saludables y fuertes serían los elegidos para ser transferidos al útero de la futura mamá.

Ya que las anormalidades genéticas son una de las razones más comunes por las cuales se producen los abortos espontáneos; el hecho de transferir sólo los embriones que no presentaran ninguna clase de anormalidad disminuiría el riesgo de sufrir un aborto espontáneo. No obstante, debe tenerse en cuenta que aún son muy pocas las enfermedades y los trastornos genéticos que podrían ser detectados mediante un DGP. Es por ello que, aún sometiéndose a un DGP se podría transferir un embrión que presentara problemas genéticos, el cual quizás no hubiera podido ser detectado por dicho método de diagnóstico.

El DGP no es una fase rutinaria del tratamiento de FIV. Es por ello que para poder someterse a un DGP las parejas deberán abonar una tarifa adicional, la cual podría promediar los $4.500 dólares hasta llegar a los $7.000 dólares; como recargo de la tarifa normal de la FIV. No obstante, si usted o su pareja fueran portadores de enfermedades o trastornos genéticos que pudieran ser detectados y analizados mediante un DGP, este recargo en la tarifa valdría la pena; teniendo en cuenta el estado de paz y tranquilidad mental que el mismo les podría ofrecer.


Volver al inicio

Envie su comentario

Iniciar o Registrese su comentario.