La Infertilidad Secundaria

La mayoría de las personas creen que si ya han podido tener un bebé, está comprobado que no son infértiles; y por ello no tendrán ninguna clase de problemas en el futuro en caso de que desearan tener más hijos.

Desafortunadamente, ésto no es verdad. La infertilidad secundaria es un problema muy común que puede padecer cualquier persona en algún momento de su vida. De hecho, es tan común que el promedio de parejas que sufren de infertilidad secundaria ocupa un 60% entre los casos y tipos de infertilidad. Aún así, hay personas que no consideran que este tipo de infertilidad sea un problema a tener en cuenta.

¿De qué se Trata la Infertilidad Secundaria?

La infertilidad secundaria es usualmente definida como la incapacidad de concebir un bebé o de llevar a buen término un embarazo luego de haber dado a luz de manera natural uno o más bebés en el pasado. De acuerdo a una encuesta realizada por el Centro Nacional de Estadísticas de la Salud, en el año 1995, 3.3 millones de mujeres Norteamericanas padecían infertilidad secundaria. Esta cifra demostraba un gran incremento, si se la comparaba con la arrojada por el censo llevado a cabo en el año 1988, en el cual se podía comprobar que 2.7 millones de mujeres estaban afectadas por esta clase de enfermedad.

A diferencia de aquellos que experimentan infertilidad primaria (cuando una pareja sin hijos es incapaz de concebir un bebé de manera natural), las parejas afectadas por infertilidad secundaria son menos propensas a someterse a tratamientos para mejorar o revertir la infertilidad. Ésto se debe a la falsa idea o creencia de que una vez que usted ha podido tener hijos, y por ende fue fértil, siempre lo será.

Los profesionales médicos que no están lo suficientemente bien capacitados en temas de infertilidad; en la mayor parte de los casos perpetúan esta falsa creencia. No es para nada extraño que se le recomiende a una pareja que sufre de infertilidad secundaria que siga tratando de concebir; ya que eventualmente podrán tener un bebé. A pesar de que este consejo podría llegar a ser verdadero en ciertos casos específicos -en la mayoría de los casos- un consejo como éste sólo agregaría más frustración y angustia en una pareja que estuviera padeciendo problemas de infertilidad.

¿Por Qué Ahora?

Las razones que podrían dar lugar a la infertilidad secundaria tienden a ser las mismas que las que provocan la infertilidad primaria. Desde que usted estuvo embarazada por última vez, usted o su pareja podrían haber sufrido un proceso infeccioso, podrían haber aumentado de peso, o comenzado a ingerir alimentos menos saludables.

Estos cambios en su estilo de vida, que parecerían ser ínfimos podrían provocar significativas repercusiones en su salud reproductiva. Por otro lado, si ya hubieran pasado varios años desde su último embarazo, su calidad ovocitaria podría haber comenzado a declinar, o quizás, el esperma de su pareja podría haber perdido las saludables cualidades que presentaba en el pasado. Las anormalidades espermáticas y los problemas asociados a la eyaculación son frecuentemente catalogados como dolencias pertenecientes a la categoría correspondiente a la infertilidad secundaria.

Otras explicaciones muy utilizadas para explicar la infertilidad secundaria son las siguientes:

¿Debería Concertar una Cita para Comentar y Tratar mi Problema con un Doctor?

Siempre sería una excelente idea el hecho de que acudiera  a un especialista en fertilidad si tuviera problemas para quedar embarazada. Si usted fuera menor de 35 años de edad, y hubiera mantenido relaciones sexuales de manera regular y sin protección y aún así no hubiera podido concebir, debería concertar una cita con su doctor de cabecera o con un especialista en tratar casos de infertilidad para comentarles su problema.

Si, por el contrario, usted fuera mayor de 35 años de edad, lo más recomendable sería que comenzara a investigar sobre el tema y a buscar ayuda después de que hubieran pasado sies meses teniendo relaciones sexuales de manera regular y sin protección con su pareja, sin poder quedar embarazada. No obstante, existen ciertas ocasiones en las que debería concertar la cita con el especialista lo antes posible.

En caso de que hubiera sufrido dos o más abortos espontáneos, tuviera períodos irregulares, y los mismos fueran extremadamente dolorosos, tuviera secreciones vaginales muy frecuentes o ardor vaginal inusual, o si su pareja estuviera experimentando una pérdida de su deseo sexual, tuviera eyaculaciones muy dolorosas, o sufriera de impotencia; debería concertar una cita con el especialista en fertilidad sin perder tiempo. Todos los síntomas indicados anteriomente son indicativos de problemas médicos que necesitan atención profesional antes de que comience a tratar de concebir un bebé.

Relaciones

Debido a que la infertilidad secundaria -por lo general- no es reconocida ni considerada un problema, muchas parejas se dan cuenta de que no logran encontrar el apoyo necesario proveniente de sus familiares y amigos. Muchas de ellas, incluso, pueden llegar a decubrir que la gente los critica y los considera ingratos y desagradecidos por no estar felices con los hijos que ya han tenido.

Es por ello, que muchas veces será necesario tomarse todo el tiempo posible para poder discutir calmadamente este problema con sus seres queridos y amigos, para que ellos/as comprendan por qué es tan necesario que les brinden, tanto a usted como a su pareja, su apoyo en este difícil momento de sus vidas.

A pesar de que los problemas de infertilidad casi siempre generan tensiones y estrés en cualquier clase de relación; la infertilidad secundaria puede llegar a ser especialmente frustrante y estresante. Las diferentes formas en que las personas afrontan y lidian con esta situación pueden variar.

La comunicación entre ellos puede llegar a interrumpirse, cuando uno de los miembros de la pareja no desea discutir el tema en lo absoluto; causando que el otro se sienta desolado y dejado de lado. El hecho de decidir si deberían someterse o no a algún tipo de tratamiento para mejorar la fertilidad, y cuánto desearían gastar en el mismo, podrían ser otros factores controversiales para las parejas en cuestión.

Sería realmente beneficioso buscar ayuda en la terapia, a fin de que tanto usted como su pareja puedan aprender a lidiar y a enfrentar de la mejor manera posible las emociones provocadas por la infertilidad secundaria. El hecho de unirse a un grupo de apoyo, especialmente conformado por personas que estuvieran experimentando su mismo problema podría ayudarlos a darse cuenta de que no son los únicos que están padeciendo infertilidad secundaria y atravezando por este angustioso momento de sus vidas. Es así que los grupos de apoyo han demostrado ser muy efectivos para ayudar a las personas a lidiar con sus problemas durante este período tan especial.

Aparte del hecho de tener que afrontar y lidiar con sus propios problemas de infertilidad y con los problemas de su pareja, usted también necesitará hablar del tema con su hijo/a o sus hijos/as -si tuviera más de uno/a- para que los mismos pudieran comprender lo que está sucediendo con sus padres, de la manera más apropiada.

No debería dejar de tener en cuenta que los niños son muy receptivos a todo lo que sucede en su entorno, es por ello que no sería realista pensar que su hijo/a no notará la tensa atmósfera que impera en su hogar. Déjeles saber sus sentimientos y anime a su hijo/a a expresar su opinión personal relacionada con este problema tan difícil de sobrellevar.

Con el apoyo y el asesoramiento apropiado, tanto usted como su pareja serán capaces de tomar las decisiones más adecuadas, tomando en consideración las necesidades y opiniones de todos los miembros de su familia.


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