La Espina Bífida

La Espina Bífida es uno de los defectos de nacimiento más comunes en los Estados Unidos, afectando a uno de cada dos mil nacimientos.

También conocida como "cleft spine", la Espina Bífida es un defecto de nacimiento que afecta a la columna vertebral y a la médula ósea. Es el defecto del tubo neural más común (DTN). El tubo neural es la estructura embriónica que se desarrolla dentro del cerebro y de la columna vertebral.

Factores Causantes de la Espina Bífida
Más del 95% de los casos de Espina Bífida responden a defectos de nacimiento aislados, lo cual significa que la mayoría de los casos no tiene una relación clara y estrecha con factores genéticos. En la gran mayoría de los casos; la causa de este defecto es incierta -sin embargo- los bebés cuyas mamás han padecido fiebres muy altas durante el embarazo cuentan con mayores probabilidades de nacer con Espina Bífida.

Las mujeres que han tomado ácido valproico para disminuir la frecuencia de las convulsiones causadas por la epilepsia también son más propensas a dar a luz bebés con Espina Bífida, tal y como sucede con las mujeres que padecen de diabetes. La deficiencia de ácido fólico también puede ocasionar defectos del tubo neural.

¿Cómo se Detecta Esta Enfermedad?
Los exámenes médicos prenatales pueden ser realizados para detectar defectos de nacimiento. Un análisis sérico materno y un análisis de alfafetoproteína (AFP) serán realizados entre la semana 16 y la semana 18 del embarazo; El nivel de AFP en la sangre materna será analizado, y si hubiera altos niveles de AFP en ella en dos análisis subsiguientes, el diagnóstico podría ser confirmado. Una prueba de ultrasonido, o una amniocentesis (en los cuales se inserta una aguja dentro del útero materno, la cual se encarga de tomar una muestra de líquido y de analizarlo para corroborar los niveles de AFP), también pueden ser llevados a cabo para detectar esta enfermedad.

El hecho de detectar la enfermedad lo más pronto posible es crucial, ya que les permite a los doctores proporcionar apoyo e información a las mujeres embarazadas. De esta forma, las futuras cirugías podrán ser planificadas antes de que la futura mamá dé a luz a su bebé.

Tipos de Espina Bífida
Existen tres tipos de Espina Bífida, las cuales varían de casos leves a severos:

  1. La Espina Bífida Oculta: La misma está caracterizada por presentar una abertura en una, o en más de una de las vértebras que componen la columna vertebral. En este caso no se percibe un daño evidente en la médula espinal. La mayoría de los bebés que nacen padeciendo esta variante de Espina Bífida no tendrán problemas de salud.
  2. Meningocele: La médula espinal está intacta, pero las meninges (sacos),encargadas de protegerla se encuentran protruídas a través de aberturas en las vértebras. Las meninges pueden ser reemplazadas ocasionando daño mínimo en la médula espinal.
  3. Mielomeningocele: Ésta es la variante más grave de la Espina Bífida, en la cual una sección de la médula espinal se encuentra protruída en la parte posterior. De un setenta a un noventa por ciento de los bebés que nacen con mielomeningocele padecen de hidrocefalia, dolencia caracterizada por la presencia de una gran cantidad de líquido en el cerebro. Esta condición médica requiere cirugías, en las cuales se inserta un catéter para realizar un desviación dentro del cerebro que ayuda a drenar el fluido acumulado en el mismo. Los problemas de aprendizaje son particularmente frecuentes como resultado de este tipo de Espina Bífida, al igual que los problemas o dificultades motoras o la parálisis.

Calidad de Vida y Tasa de Supervivencia
Existen innumerables problemas físicos y sociales asociados con la Espina Bífida. La parálisis es común en las manifestaciones más extremas de esta enfermedad. La depresión es otro de los síntomas propios de la misma, al igual que los trastornos de aprendizaje (particularmente los relacionados con la lectura y las matemáticas).

Los Trastornos por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) también son muy comunes, al igual que la imposibilidad de controlar adecuadamente la vejiga y los intestinos.

Tratamiento
En el pasado, los bebés que nacían con Espina Bífida morían al poco tiempo de nacer. Hoy en día, las cirugías realizadas tempranamente son usualmente recomendadas y, por lo general, son llevadas a cabo dentro de las cuarenta y ocho horas posteriores al nacimiento del bebé. La cirugía ayuda a incrementar la tasa de supervivencia, y muchos pacientes que padecen Espina Bífida viven muy bien durante su adultez -no obstante- los niños con Espina Bífida típicamente requieren ser sometidos a varias operaciones durante su niñez para poder corregir los defectos propios de esta enfermedad, particularmente en las caderas, en los pies y en la columna vertebral.

Prevención
Las mujeres deberían asegurarse de tomar el suficiente ácido fólico mientras están embarazadas, a fin de evitar que su bebé nazca con Espina Bífida. Un dosis diaria de 0,4 miligramos de ácido fólico es muy recomendable y debería ser tomada por -al menos- tres meses antes de intentar quedar embarazada, y también durante el transcurso del primer trimestre del embarazo.

El ácido fólico puede encontrarse en alimentos tales como: huevos, vegetales de hoja verde oscura y jugo de naranja. Los suplementos multivitamínicos también pueden ser ingeridos para asegurarse de que se llegue a tomar la dosis recomendada. Tomar la cantidad adecuada de ácido fólico mientras está embarazada la ayudará a evitar hasta un 70% de probabilidades de que su bebé desarrolle defectos del tubo neural, entre los que se incluye la Espina Bífida.

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