Defectos de la Fase Lútea

Una condición bastante común entre las mujeres que padecen problemas de infertilidad, son los defectos de la fase lútea (DFL), los cuales podrían perjudicar su fertilidad, impidiendo la implantación del óvulo fertilizado y causando abortos espontáneos durante las primeras etapas del embarazo.

¿De Qué Se Trata Esta Enfermedad?

Durante un ciclo menstrual normal, la fase lútea comenzará luego de la ovulación y durará hasta el comienzo de su siguiente período. Es durante este lapso de tiempo, el momento en el cual el cuerpo lúteo liberará progesterona, ayudando a que la membrana endometrial pueda prepararse para la implantación.

Sin embargo, las mujeres que padecieran de DFL podrían no ser capaces de producir la suficiente cantidad de progesterona durante dicha fase o, su endometrio podría no respondar apropiadamente a la estimulación inducida por la progesterona. El resultado final sería que la membrana endometrial no se encontraría lo suficientemente preparada como para soportar la implantación.

Es sumamente difícil precisar con exactitud un factor específico que pudiera ser el causante de esta enfermedad tan particular. Existen numerosos factores que podrían afectar su ciclo menstrual y cualquiera de ellos podría afectar seriamente la producción de progesterona durante la fase lútea.

Sólo en el caso de unas pocas mujeres; los defectos de la fase lútea estarían causados por problemas de la tiroides o por hiperprolactinemia. La hiperprolactinemia se produce cuando se presentan niveles de prolactina anormalmente elevados - siendo ésta la hormona responsable de la producción de leche materna- en el sistema reproductivo femenino.

Algunos Síntomas de los Defectos de la Fase Lútea

Para muchas mujeres, los sutiles signos de los DFL podrían pasar inadvertidos hasta el momento en el que las mismas experimentaran problemas cuando intentaran concebir. La mayor parte de las mujeres que padecen DFL tendrán ciclos menstruales aparentemente normales, debido a que sus períodos serán regulares.

Sólo unas pocas mujeres podrían llegar a experimentar frecuentes, pero suaves y breves períodos. Aquellas mujeres que estuvieran tratando activamente de quedar embarazadas podrían notar algunos síntomas de esta enfermedad un poco antes que las demás.

Debido a que la progesterona causará un aumento de la temperatura basal de su cuerpo, durante la fase lútea, la temperatura basal corporal de las mujeres se elevará significativamente.

No obstante, las mujeres que estuvieran llevando un registro detallado de su temperatura basal corporal podrían notar que su temperatura no permanecerá elevada durante dicha fase. Aquellas mujeres que estuvieran llevando una tabla o gráfico de su ovulación probablemente descubrirán que sus períodos ocurrirán antes de los 14 días tomados como referencia, luego de su ovulación.

La Importancia de un Correcto Diagnóstico y de un Posterior Tratamiento Adecuado

Una biopsia endometrial es el método de diagnóstico actual más preciso y detallado para poder determinar la DFL. Dicha biopsia, por lo general, se realizará uno o dos días antes de que la mujer estime que tendrá su período. En el laboratorio, el investigador analizará y fechará la muestra tomada de la membrana endometrial.

Si la fecha proporcionada por el investigador concordara con la fecha de su ciclo actual, se consideraría que dicha mujer estaría pasando por su fase o que estaría "en fase", o pasando por un ciclo menstrual totalmente normal.

Cuando existiera una diferencia de más de dos días entre la fecha proporcionada por el laboratorio y la fecha en la que la mujer estuviera teniendo su ciclo, se consideraría que dicha mujer estaría "fuera de la fase." Y, por ende, un diagnóstico que determinara que la mujer estuviera "fuera de la fase" sería un indicador de que la misma podría estar sufriendo de DFL.

No obstante, toda mujer debería esperar a tener dos resultados de biopsias que indicaran que estaría "fuera de la fase" antes de que se le diagnosticara dicha enfermedad (DFL). Es por ello que una serie de exámenes más minuciosos y detallados podrían ser capaces de determinar la causa de la misma, y si ésta fuera provocada por una carencia en la producción de progesterona o por una deficiente respuesta de la membrana endometrial a la estimulación inducida por la progesterona.

Tratar y curar esta enfermedad (DFL) es un proceso bastante sencillo. El tratamiento dependerá de cuál sea el factor que la estuviera causando, y de que el profesional médico a cargo del tratamiento le prescriba a la mujer que padeciera DFL, la medicación o droga hormonal adecuada para solucionar este problema. Por fortuna para todas aquellas mujeres que padecieran de DFL; sus problemas de infertilidad podrían cesar rápidamente si las mismas se sometieran al tratamiento médico adecuado.


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