Consejos para Estar Sana


La Importancia de Obtener Buenos Cuidados
Cuando hablamos de cuidados médicos y de embarazo, nunca es demasiado temprano para comenzar a preocuparse por ello. Lo primero que puede hacer para asegurarse de que su futuro bebé sea sano y saludable es visitar a su proveedor de cuidados médicos antes de tratar de concebir. Existen innumerables cosas que podría hacer por adelantado: podría asegurarse de que es inmune a la rubéola [Sarampión Alemán], investigar cuál es su grupo sanguíneo, dejar de fumar, asegurarse de consumir una dieta sana, y tener controlada cualquier clase de enfermedad que pudiera estar padeciendo.

Una vez que sepa que está embarazada deberá comenzar a visitar a su doctor de cabecera todos los meses; visitas médicas que se incrementarán a una vez por semana o más, a medida que se vaya acercando la fecha del parto. Durante cada visita, su doctor o su obstetra le realizarán una serie de exámenes médicos y análisis para poder determinar el estado de su salud y el estado de salud de su bebé.

El hecho de obtener los adecuados cuidados médicos y personales es sumamente importante, dado que se ha comprobado que las mujeres que se someten tempranamente a cuidados prenatales pueden disfrutar de embarazos saludables y sin complicaciones. Aquí le brindamos algunos consejos prácticos sobre cómo podría asegurarse de estar obteniendo los mejores cuidados posibles:

1. Escriba las Preguntas que Desee Hacer: Escriba todas las preguntas que vayan surgiendo y llévelas cuando deba concurrir a sus visitas médicas, para que su doctor de cabecera pueda aclarar todas sus dudas. Ésto la ayudará a asegurarse de que no se olvidará de hacer ninguna pregunta o duda que vaya surgiendo durante el transcurso de su embarazo. Es por ello que debería aprovechar cada oportunidad para preguntarle a su doctor sobre los efectos colaterales de los tratamientos, los medicamentos, etc.

2. Infórmese: El simple hecho de que esté leyendo esta página web indica que está tratando de estar informada sobre todos los temas relacionados con el embarazo. Cuando lea o escuche alguna cosa nueva relacionada con el universo del embarazo o de los obstetras que considere dudosa, hágasela saber a su doctor para que juntos puedan hablar sobre el tema.

3. Pida Explicaciones: Si su doctor de cabecera no le explicara algo o si usted se sintiera confundida acerca de algún tema en particular, no tema pedir explicaciones al respecto. Su doctor debería dejarle en claro todos los riesgos involucrados en ciertas intervenciones, y debería responder cualquier pregunta referida a los potenciales efectos secundarios de ciertos medicamentos; además de explicarle claramente la razón por la cual debería realizarse los exámenes médicos que le indicara.

4. Sea Cuidadosa: Cerciórese de ser completamente sincera con su doctor de cabecera. Algunas mujeres tienen vergüenza de divulgar toda la información relacionada con sus antecedentes ginecológicos o su historia clínica general. Es realmente vital que su doctor de cabecera sepa todo acerca de usted, incluso deberá saber sobre cualquier clase de droga (legal o ilegal, recetada o comprada sin receta médica) que podría estar tomando o que hubiera tomado en el pasado, así como también debería informarle sobresus enfermedades pasadas o los procedimientos médicos a los que se hubiera sometido antes de quedar embarazada. Los embarazos previos, los abortos espontáneos, las interrupciones voluntarias de embarazos o las infecciones que pudiera haber tenido en el pasado podrían influir en el estado de su embarazo. Cuánto más sepa su doctor acerca de usted, mejor capacitado/a se encontrará para tratar cualquier complicación o enfermedad que surgiera o que pudiera estar padeciendo.

5. Respete los Consejos de su Doctor: Siempre siga al pie de la letra todas las recomendaciones que le dé su doctor de cabecera, así como también las instrucciones referidas a ciertos procedimientos médicos.

6. Diga Toda la Verdad: Asegúrese de que su doctor de cabecera esté al tanto de cualquier efecto colateral adverso provocado por algún medicamento o tratamiento, o de cualquier clase de síntoma preocupante que pudiera estar experimentando.

Comiendo por Dos
Una buena alimentación es un paso crucial cuando la futura mamá desea que su bebé sea sano. Durante el embarazo - una mujer de talla promedio- debería consumir cerca de 300 calorías extras al día para poder mantenerse saludable, y una mujer de peso promedio podría llegar a aumentar entre 25 y 35 libras en total. Estas calorías extras deberían provenir de alimentos altamente nutritivos. Toda mujer embarazada debería consumir una dieta equilibrada, colmada de proteínas, frutas, vegetales y alimentos elaborados con grano integral, con una mínima cantidad de alimentos azucarados o grasos. Una buena nutrición es extremadamente importante aún antes de quedar embarazada. Lea la sección dedicada a nutrición durante el embarazo para obtener más información al respecto.

Una dieta apropiada mejorará sus probabilidades de poder disfrutar de un embarazo libre de complicaciones. La misma minimizará los efectos provocados por las náuseas matinales y la indigestión, mientras que al mismo tiempo la ayudará a aliviar la sensación de fatiga, la constipación, el desarrollo de hemorroides y las infecciones asociadas con el embarazo.

Se ha descubierto que algunos nutrientes brindan ventajas específicas tanto a la futura mamá como al bebé. Por ejemplo, el complejo de Vitaminas B son particularmente importantes. Uno de ellos, el folato, o su forma sintética -el ácido fólico- puede reducir el riesgo de que el bebé desarrolle defectos en su cerebro o en su columna vertebral, conocidos como defectos del tubo neural. Debido a que los defectos del tubo neural comiezan a desarrollarse durante los primeros 28 días después de haber concebido al bebé; una vez que sepa que está esperando un bebé será demasiado tarde como para hacer algo al respecto. Dado que la mitad de los embarazos no son planificados, lo más recomendable es que todas las mujeres que se encuentren en edad fértil consuman 400 microgramos de ácido fólico por día. Una serie de estudios han sugerido que si todas las mujeres recibieran esa cantidad diariamente, la incidencia de desarrollar defectos del tubo neural podría reducirse estimativamente en un 45 por ciento.

En la actualidad, se exige que todos los productos elaborados con harina; tales como los panes, los bollos y las rosquillas estén fortificados con cantidades adicionales de ácido fólico. Entre las fuentes naturales de ácido fólico se incluyen a los vegetales de hoja verde, las nueces, los frijoles y los cítricos. El ácido fólico también puede encontrarse en algunos cereales fortificados para el desayuno y en suplementos vitamínicos.

El calcio y el hierro son particularmente importantes durante el embarazo. El hecho de consumir la suficiente cantidad de calcio ayudará a las futuras mamás a que no pierdan la densidad de sus huesos, ya que el feto utiliza el mineral contenido en los huesos de su mamá para poder desarrollar su propio sistema esquelético. El hierro contribuirá a que tanto el sistema sanguíneo de la mamá como el del bebé transporten y distribuyan oxígeno al organismo. La mayor parte de las mujeres necesitan tomar suplementos para mantener los niveles adecuados de estos minerales. Un suplemento vitamínico diario, a pesar de no ser un substituto de una dieta saludable, ayudará a las mujeres embarazadas a suplir los nutrientes necesarios que les faltarán incorporar a su organismo los días en que las mismas no consuman una dieta balanceada.

El hecho de consumir una dieta apropiada le asegurará que aumentará de peso gradualmente y que sólo aumentará hasta llegar al límite de 25 o 35 libras recomendadas por los doctores. Ésto contribuirá a minimizar las probabilidades de desarrollar hemorroides, várices, estrías, de padecer dolor de espalda, fatiga e indigestión. ¡Para obtener más información sobre cómo combatir esas molestas várices, visite nuestro sitio web!

Evite las Infecciones
Varias infecciones que surgen durante el embarazo podrían ser perjudiciales para los bebés que aún no han nacido. Las infecciones del tracto urinario y algunas enfermedades transmitidas sexualmente deberán ser tratadas inmediatamente. Los desperdicios orgánicos de los gatos y la carne cruda pueden contener el parásito conocido como Toxoplasma Gondii, el cual puede provocar una infección conocida con el nombre de toxoplasmosis. Es raro que una mujer embarazada llegue a contraer esta infección, pero si ésto llegara a suceder, su bebé podría correr riesgo de contraer alguna enfermedad realmente grave o incluso podría llegar a morir. Trate de que alguien más se ocupe de limpiar los desperdicios del gato si fuera posible, o use una mascarilla y guantes de goma para protegerse.

Por otra parte, también podrían surgir problemas si una mujer embarazada comiera alimentos mal cocidos o crudos, o alimentos cocidos que hubieran sido contaminados con alguna bacteria procedente de algún otro alimento que se encontrara cerca de ellos. La intoxicación provocada por la ingesta de alimentos pude llegar a causar meningitis, neumonías e incluso la muerte de un bebé que aún no haya nacido -por otro lado - los vómitos y la diarrea provocados por dicha intoxicación debilitarían y deshidratarían a la futura mamá. Si tratara adecuadamente sus enfermedades crónicas y curara las infecciones persistentes podría optimizar las probabilidades de disfrutar de un confortable y saludable embarazo.

La mononucleosis también podría llegar a desarrollarse cuando estuviera esperando un bebé. Evite compartir tazas o utensilios con otras personas, ya que ésto contribuirá a reducir el riesgo de contagiarse de esta infección. Si tuviera mononucleosis, debería someterse a un tratamiento efectivo para curar la mononucleosis.

El Relax
A veces, lo mejor es dar un paso atrás y tratar de deshacerse de todas las tensiones de su vida. El hecho de llevar adelante un estilo de vida frenético y estresante durante el embarazo podría llegar a empeorar los efectos colaterales propios del mismo, tales como: las náuseas matinales, la fatiga, los dolores de cabeza, y la indigestión. No tema pedir ayuda en su hogar y no se fatigue demasiado. Aléjese de las cosas realmente estresantes de su vida y practique técnicas de relajación para poder aliviar los ajetreos de la vida diaria.

Los Peligros que Traen Parejados el Cigarrillo y el Alcohol
Las mujeres fumadoras hacen correr a sus bebés mayor riesgo de nacer en un parto pretérmino, nacer con muy bajo peso, e incluso nacer muertos, si se los compara con los bebés de mamás no fumadoras. Luego del nacimiento, los bebés cuyas mamás han fumado durante el embarazo serán más propensos a experimentar un lento y deficiente desarrollo de sus pulmones, a padecer de asma, y a desarrollar infecciones en el tracto respiratorio; e incluso a morir debido al síndrome de muerte infantil súbita (SMIS). Si la mujer embarazada dejara de fumar durante las primeras etapas del embarazo -sin embargo- aún estaría a tiempo de mejorar sus posibilidades de dar a luz un bebé sano y saludable. Los futuros padres o los miembros de la familia también deberían dejar de fumar, ya que numerosos estudios científicos han demostado que el respirar el humo que emiten otras personas - el hecho de convertirse en fumadores pasivos- también puede llegar a ser muy peligroso.

El alcohol también puede provocar daños en un feto en desarrollo. El alcohol viaja rápidamente a través del torrente sanguíneo, es por ello que cuando una futura mamá bebe alcohol, su bebé también está bebiendo alcohol al mismo tiempo que ella. Se ha comprobado que el alcohol provoca retardo mental y anormalidades faciales en los bebés, siendo ésta una condición conocida con el nombre de síndrome alcohólico fetal (SAF). Nadie sabe cuánto alcohol es seguro tomar durante el embarazo; es por ello que es recomendable que las mujeres embarazadas eviten ingerir alcohol durante el mismo.

Tomar Medicamentos
Muchas drogas son apropiadas para ser consumidas durante el embarazo si realmente fueran necesarias. Pero toda mujer embarazada debería evitar tomar cualquier clase de medicamento, aunque sean medicamentos de venta libre; a menos que primero tratara de averiguar con su doctor de cabecera sobre la seguridad de los mismos. Si fuera posible, debería evitar consumir cualquier tipo de droga durante el primer trimestre o -por lo menos- debería evitar tomar más de un medicamento por vez. Por otro lado, también debería solicitar que le prescribieran la dosis más pequeña posible para poder tratar la dolencia que estuviera experimentando.

Algunos medicamentos cuentan con extensos antecedentes de ser seguros durante el embarazo. Ninguna mujer embarazada debería ser privada de seguir una terapia a base de drogas si es que la misma fuera realmente necesaria, y aquellas mujeres que padecieran enfermedades preexistentes, tales como: epilepsia, lupus, asma o hipertensión arterial no deberían dejar de tomar los medicamentos que necesitaran para tratar su enfermedad, a causa del embarazo. Se podrían consumir drogas más seguras sin temor en caso de que fuera necesario; pero las enfermedades anteriormente mencionadas aún necesitarán ser tratadas.

Los riesgos que puede llegar a traer aparejado el consumo de una droga determinada deberían ser sopesados con los beneficios aportados por la misma. Por ejemplo, se ha comprobado que algunos medicamentos para tratar la epilepsia provocan el desarrollo de defectos de nacimiento, pero una convulsión podría causarle serios daños al cerebro del feto. La mayoría de los expertos concuerdan en que los beneficios de los medicamentos en estos casos son mayores que los riesgos. Otras drogas -por el contrario - no son tan seguras.

El Ejercicio
Existe innumerable evidencia médica que demuestra que el hecho de realizar ejercicios - incluso los ejercicio más enérgicos- es saludable durante el embarazo. Se descubrió que el ejercicio usualmente es seguro durante el embarazo, y que las mujeres que se ejercitaban vigorosamente eran más propensas a llevar sus embarazos a buen término, si se las comparaba con las mujeres embarazadas que se ejercitaban poco o que no realizaban ninguna clase de ejercicio -no obstante- todas las mujeres embarazadas deberían hablar con sus doctores de cabecera antes de comenzar a realizar cualquier tipo de rutina de ejercicios. Si su doctor le diera el OK para poder comenzar a ejercitarse, debería hacerlo - al menos- tres veces por semana por un período de 20 minutos por vez. Ésto ha sido recomendado por el Colegio Norteamericano de Obstetricia y Ginecología.

Caminar, nadar, hacer bicicleta fija y anotarse en una clase de aeróbicos prenatales son excelentes opciones para las mujeres embarazadas. Muchas mujeres disfrutan el hecho de practicar yoga y Pilates prenatal. Algunas prefieren la conveniencia de hacer estos ejercicios en la comodidad de su propio hogar, cerca de un video explicativo. Los ejercicios en los que haya que dar saltos, realizar movimientos de rebote o permanecer al aire libre cuando la temperatura es muy elevada no son buenas opciones. El estar en excelentes condiciones físicas mejorará sus probabilidades de poder disfrutar de un saludable embarazo. Es por ello que es vital que se cuide mucho durante su embarazo.

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