Las Mamás y los Cambios de Estado de Ánimo

¡Papás estén alertas!. Si usted pensaba que los SPM (Síntomas Premenstruales) de su pareja eran algo difícil de afrontar, más vale que se vayan preparando para lidiar con la cólera y los enojos que traen aparejados los PPMS (Cambios en el Estado de Ánimo Post-Parto). Afectando a tres de cada cuatro mamás primerizas, a esta condición médica se la suele llamar Depresión Postparto o Melancolía Postparto; pero la palabra "melancolía" no refleja verdaderamente el estado de ánimo de algunas recientes mamás.

Hablando en términos generales; su pareja se encontrará sobresaltada, es por ello que deberá estar preparado para esperar lo inesperado. En un minuto ella gritará porque usted le ha colocado un pañal al bebé de la manera incorrecta, y al siguiente minuto lo estará acusando de no ayudarla en nada. Podría expulsarlo al sótano, y luego criticarlo por no ser romántico. Trate de pensar en que ésta es su penitencia por no haber tenido que pasar por el trabajo de parto.

Tenga en cuenta que la mayor parte de este comportamiento no podrá ser controlado por ella. Minutos después del parto, sus niveles hormonales estarán brincando como si se tratara de pelotas de Ping-Pong y estarán haciendo estragos en su salud mental. Es por ello que cuendo vea que su pareja esté lanzando una bomba extractora de leche en la mitad de la sala de estar, recuerde ser tolerante con ella.

Los cambios en el estado de ánimo postparto pueden durar desde un par de días hasta un mes o más. Puede llegar a ser algo sumamente duro de afrontar para un papá, especialmente si también estuviera tratando de adaptarse a la rutina de su bebé. Pero, debido a que irse a vivir a un cuarto del hotel Best Western no es una opción valedera, usted deberá hacer todo lo que pueda para ayudar a que su pareja vea el lado bueno de las cosas cuando esté pasando por esta mala racha.

El hecho de implementar estas cuatro políticas hará que las cosas sean más fáciles y llevaderas para ambos:

Política #1: Oídos Alertas, Boca Cerrada
Los hombres tienden a ser prácticos solucionadores de problemas, por naturaleza. Usted verá un problema, y encontrará la solución. Por supuesto que ésto es algo lógico, pero en este caso en particular podría llegar a estropear las cosas. Su pareja probablemente necesite sentirse cómoda, y no esté lista como para poner en práctica un plan de acción de diez pasos.

Política #2: Como Defensa, Lleve un Registro de lo que Vaya Sucediendo
Piense en todas las cosas agresivas que usted ha dicho luego de haberse tomado cuatro o cinco cervezas. Ahora, tenga en cuenta que su pareja está bajo la influencia de substancias químicas y psicotrópicos mucho más potentes y alteradores que una cerveza Budweiser. Dentro de seis meses, ella probablemente ni siquiera recordará algunas de las cosas hirientes que le ha dicho. (Usted debería anotarlas, sólo por si acaso.).

Política #3: Forme un Ejército Usted Mismo
No espere demasiado de su pareja durante los primeros meses. Quizás tenga que desempeñar numerosas tareas mientras su esposa esté amamantando al bebé; es por ello que debería estar preparado para afrontar esta carga. Pídale ayuda a familiares, para que éstos contribuyan con algunas de las tareas.

Política #4: Invítela a Pasear
La soledad contribuye enormemente a agravar los PPMS (por sus siglas en Inglés), es por ello que cuánto antes la haga cambiar de escenario, más rápido podrá volver a la normalidad. Recuerde que los bebés recién nacidos son fáciles de trasladar de un lado a otro; es por ello que debería tomar el cochecito de su bebé e invitar a su esposa a dar una vuelta a la manzana para pasear a su hijo/a. El ejercicio la ayudará a volver a recuperar su silueta y a estar en forma, y la hará liberar endorfinas que contribuirán a mejorar su estado anímico.

La Depresión Postparto
Esta condición médica es mucho más grave que los PPMS, y afecta a aproximadamente un 10% de las mamás primerizas. Si el estado emocional de su pareja estuviera dificultando seriamente su forma de vida, o si sus síntomas duraran mucho más que un mes; debería sugerirle que hable con su obstetra para tratar de resolver este problema lo antes posible. Si se resistiera a hacerlo, usted podría hacerle saber que su condición es fácilmente tratable, y que cada día que deje pasar será un día menos que podrá disfrutar de su pequeñito/a.

Este texto fue extraído del libro BE PREPARED (Esté Preparado), escrito por Gary Greenberg y Jeannie Haydn. Derechos de autor © 2004 por Gary Greenberg y Jeannie Haydn. Reimpreso bajo el permiso de Simon & Schuster, Inc..

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