Ayudando a Alimentar al Bebé

Desde el momento en que su pareja comienza a mamantar al bebé, sus pechos ya no estarán más a su alcance. Los derechos de propiedad habrán sido oficialmente transferidos a su bebé. En algún momento, se le podría llegar a ofrecer la oportunidad de compartir un tiempo a solas con su pareja, pero mientras tanto, sólo debería dedicarse a trabajar y a no hacerle caso al constante desfile de pechos que pasarán día y noche frente a su propia cara. Y ni siquiera considere la ironía de que los mismos le estarán prohibidos en todo momento; los pechos de su pareja estarán más turgentes y firmes que nunca (y nunca más volverán a estar de esta forma).

El hecho de observar a su pareja mientras amamanta a su bebé podría desencadenar una doble oleada de celos. Usted sentirá celos del bebé porque el mismo/a tiene libre acceso al cuerpo de su pareja, y además estará celoso de su pareja porque ella podrá calmar y alimentar instantáneamente a su bebé, simplemente ofreciéndole sus pechos; mientras que usted deberá dar brincos y saltar para poder lograr que el bebé se calme y se duerma.

Pero sólo porque su cuerpo no produzca ningún tipo de alimento para su bebé, no significará que usted será excluido de la bella tarea de la alimentación y el amamantamiento del mismo/a. Numerosos estudios han demostrado que la ayuda y el apoyo brindados por los papás son un factor crucial en lo que respecta a la duración y la efectividad del amamantamiento materno.

Prepárese para ayudar en las siguientes tareas:

  • Esterilizar y armar las diferentes partes que componen la bomba extractora de leche o el sacaleche,
  • Correr para poder conseguir compresas tibias en caso de que algún conducto lácteo se hubiera obstruido,
  • Presidir alguna de las alimentaciones nocturnas para que su pareja pueda permanecer descansando en la cama, semi-consciente.

Pero, para tomar el control de las alimentaciones nocturnas recuerde seguir los siguientes pasos: coloque al bebé sobre el pecho materno, ayúdelo a prenderse del pezón, cámbielo de un pecho al otro, hágale hacer el provechito, cámbielo, y luego de todo ésto, acuéstelo para que pueda dormir plácidamente una vez más. Su pareja apreciará su esfuerzo, y dicho esfuerzo podría llegar a asegurar el tiempo compartido con las personas que más ama en este mundo.

Y luego del primer mes, usted podría y debería pedirle a su pareja que lo deje alimentar al bebé utilizando por primera vez un biberón o una mamadera. Ésta es una experiencia profundamente gratificante, precedida por innumerables momentos de alegría, como por ejemplo: el primer provechito producido por haber tomado leche de la mamadera, el cual seguramente será más fuerte y sonoro que el eructito que le producía la leche materna (teniendo en cuenta la mayor cantidad de burbujas de aire que tragará su bebé).

Este texto fue extraído del libro BE PREPARED (Esté Preparado), escrito por Gary Greenberg y Jeannie Haydn. Derechos de autor © 2004 por Gary Greenberg y Jeannie Haydn. Reimpreso bajo el permiso de Simon & Schuster, Inc.

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