Crónicas Sobre Epidurales

Brenda*, una mujer de 47 años bendecida con una familia numerosa recuerda su primer embarazo, 27 años atrás y hace hincapié en lo siguiente: "Como sucedía con todos, mi esposo y yo concurrimos a clases de preparación para el parto.

Nos recomendaban que lo mejor era evitar recurrir a las epidurales debido a que algunas mujeres no eran capaces de pujar, y los doctores terminaban utilizando fórceps o recurrían a un parto por aspiración. Esa clase de idea realmente nos asustaba.

Mi primer trabajo de parto fue un parto de nalgas y tardó muchas horas. Sentía que estaba agonizando, pero decidí que no les dejaría aplicarme una epidural.

De hecho, me rehusé a utilizar epidurales durante mis primeros cinco partos. Luego, cada vez más amigas comenzaron a usar epidurales y me comentaban que se sentían plenamente a gusto con ellas.

Ninguna de ellas necesitó recurrir a fórceps ni someterse a un parto por aspiración, es así que decidí probar la experiencia durante mi sexto parto".

¡Increíble!

"¿Qué puedo decir al respecto?. Fue algo maravilloso, simplemente maravilloso. No sentí absolutamente nada de dolor, y además era capaz de pujar perfectamente bien y sin padecer ninguna dificultad.

A los quince minutos de haberme administrado la epidural, llegaba el momento de pujar. Las parteras me decían que ésto sucedía frecuentemente; la repentina cesación de dolor relajaba a la mujer parturienta y ella se podía dilatar más fácilmente y dar a luz más rápidamente.

Era tan ridículo- las personas desean que sus partos sean un momento realmente espiritual o muy personal, pero estas parteras no estaban demasiado ocupadas en ese momento, por lo que me atendían entre tres y--no podía creer lo que estaba pasando--ya que se la pasaban hablando sobre recetas de pollo mientras yo me encontraba pujando.

Es así que comencé a reír nerviosamente al darme cuenta de la ridícula situación que estaba experimentando. Pero pujé sin problemas. Afortunadamente, ese fue el más sencillo y divertido de todos mis partos.

Ese parto fue tan bueno que pedí que me suministraran la epidural en mis siguientes partos. Debo confesar que la primera vez fue la mejor de todas. Una vez sentí que el anestesista me había aplicado demasiada anestesia, y de repente sentí que perdía el control sobre mis actos.

En esa ocasión tuvieron que subir las barras de la cama para que no me cayera de la misma. Durante las otras ocasiones, simplemente la epidural no alcanzó a bloquear el dolor completamente ni tan bien como lo había hecho la primera vez".

Desgarrada de dolor

"Es por ello que durante otro de mis partos decidí no utilizar la epidural. Oh mi Dios, fue una experiencia terrible. Realmente sentí que me desgarraba de dolor. Había olvidado cuán espantoso puede llegar a ser un parto sin el uso de drogas. Nunca más volví a intentarlo.

En caso de que se esté preguntando qué es lo más conveniente para usted, debo confesarle que dí a luz a doce niños: seis de ellos mediante partos naturales y sin drogas y seis mediante partos con epidural, nunca experimenté problemas o dificultades para pujar cuando me colocaban la epidural, y definitivamente les recomendaría a todas las mujeres esta clase de partos".

*Los verdaderos nombres han sido modificados.

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