La Importancia de la Amniocentesis

¿En qué Consiste la Amniocentesis?
Ahora que usted finalmente está esperando un bebé, su primera preocupación seguramente será que su bebito sea sano y se desarrolle saludablemente. La mayoría de las características de su bebé estarán determinadas en el preciso momento de la concepción. Tanto usted como el futuro papá del bebé donarán 23 cromosomas respectivamente, los cuales conformarán la estructura genética de su hijo o hija, según fuera su sexo. Es por ello que, no sólo el color del pelo o el de los ojos que predominen en su familia, o en la de su pareja podrían ser heredados por su bebé, sino que podrían existir algunas condiciones más perjudiciales que también podrían llegar a incidir en la estructura genética de su bebito. Las células fetales, algunas sustancias químicas, y los microorganismos que rodeen al feto le proporcionarán una amplia variedad de información relacionada con la estructura genética que caracterizará a su bebé. El exámen médico conocido con el nombre de amniocentesis, se realizará extrayendo y examinando todas estas sustancias y microorganismos que se describieron anteriormente a fin de poder determinar si su bebito estuviera sufriendo de algún trastorno cromosómico o padeciera madurez pulmonar fetal.

 

¿Por qué Debería Realizarme una Amniocentesis?
La amniocentesis es una clase particular de exámen médico que podría ser sumamente recomendable para usted, debido a una amplia variedad de factores y bajo una amplia gama de circunstancias. Entre las mismas se podrían incluir:

Si usted fuera mayor de 35 años. Esta clase de examen se realiza principalmente para determinar si el feto padece de Síndrome de Down, trastorno que ha demostrado ser más frecuente entre los niños de madres de mayor edad.

Si usted ya ha tenido un hijo anteriormente o un pariente cercano hubiera sufrido algún defecto del tubo neural en el pasado, su doctor de cabecera seguramente le recomendará que se realice una amniocentesis a fin de descartar la posibilidad de que el feto sufriera de alguna clase de defecto a anormalidad.

Si tanto usted como el papá del futuro bebé fueran portadores de alguna clase de trastorno autosómico recesivo (hereditario), como por ejemplo: la enfermedad de Tay-Sachs o la anemia falciforme; la amniocentesis sería altamente recomendable para poder determinar si su bebé estuviera padeciendo de alguno de estos trastornos.

Si usted ya hubiera dado a luz un hijo que padeciera alguna clase de trastorno cromosómico, como por ejemplo: el Síndrome de Down, la prueba de amniocentesis sería capaz de determinar si su feto presentara las mismas anormalidades que las que hubiera padecido su anterior hijo.

Si usted fuera portador de un trastorno genético vinculado al cromosoma X (o vinculado al sexo de su bebé), una prueba de amniocentesis podría identificar si el bebito hubiera heredado dicho gen de usted, y además, podría determinar el sexo del bebé a fin de comprobar si el mismo podría verse afectado por la presencia de dicho defecto de origen genético.

Si usted o el papá del bebito o de la bebita, según fuera su sexo padecieran de algún trastorno autosómico dominante, como por ejemplo: la enfermedad Corea de Huntington; una prueba de amniocentesis sería capaz de identificar si su bebé podría estar afectado por esta clase de enfermedades. A su vez, la amniocentesis sería muy recomendable si se sospechara que el feto o la futura mamá podrían estar sufriendo alguna clase de infección.

Si fuera necesario evaluar la madurez pulmonar del feto en un estadio tardío del embarazo, la prueba de amniocentesis también sería muy recomendable.

Cómo se Realiza el Procedimiento
El mejor momento para llevar a cabo una prueba de amniocentesis es cuando usted estuviera cursando la semana 15 o 17 de gestación, pero en algunas ocasiones especiales podría llegar a realizarse en la semana 14 o más tardíamente, cuando usted estuviera cursando la semana 20 de su embarazo. La amniocentesis también podría ser realizada durante el último trimestre del embarazo a fin de controlar la madurez fetal pulmonar. Los resultados que arrojará este examen estarán usualmente disponibles una semana después de haberse sometido al mismo.

Para poder realizar este examen; la futura mamá deberá recostarse sobre su espalda con su abdomen expuesto. Mediante la utilización del ultrasonido, la ubicación del feto como la de la placenta podrán ser localizadas rápidamente. El uso del ultrasonido es importante a fin de reducir las probabilidades de pinchar accidentalmente al feto. Luego, el abdomen deberá ser higienizado con una solución antiséptica, y en algunas ocasiones se deberá utilizar un anestésico local. El paso siguiente será la introducción de una aguja larga y hueca a través del abdomen hasta llegar al útero, a fin de poder extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico. Más tarde; durante y después de haber realizado este procedimiento, se controlarán los signos vitales y los latidos cardíacos tanto de la mamá como los del feto a fin de poder asegurarse de que ninguno de ellos estuviera experimentando alguna clase de complicación. Usted, a su vez, tendrá la opción de conocer el sexo de su bebé a través de los resultados de este examen, o quizás preferirá saberlo cuando el bebé nazca, respetando las viejas costumbres. Desde el comienzo del mismo hasta el final, el procedimiento completo no tomará más de 30 minutos.

Si se hubiera detectado cualquier clase de trastorno genético, su doctor de cabecera la derivará a un consejero genético para que éste le brinde mayor información al respecto y usted pueda ser capaz de tomar la decisión que le parezca más adecuada. El asesor genético podría responder a todas sus preguntas, y además sugerirle que se realice otros análisis que la ayudarían a determinar cómo podría verse afectada la salud de su bebé. En muchos casos, un asesor genético podría tranquilizarla y asegurarle que el riesgo que corre su bebé podría ser menor que el que usted se imaginaba.

Los Riesgos y las Ventajas de la Amniocentesis
La amniocentesis les brinda a los doctores la oportunidad de extraer y examinar el líquido proveniente de la cavidad amniótica de la futura mamá. Este examen tiene una precisión mayor al 99 por ciento si se toma en cuenta la exactitud de su diagnóstico, y a su vez sirve para descartar si el bebé pudiera estar padeciendo Síndrome de Down, entre otras cosas. Por otro lado, es muy raro que ocasione alguna clase de síntomas en la madre. Es altamente recomendable que una vez que se realice esta clase de examen, se tome el día libre para decansar. Usted podría sentir, por algunos minutos o quizás por algunas horas, algunos leves dolores o calambres luego de haberse sometido a este procedimiento. Usted también podría experimentar un leve sangrado vaginal o una mínima pérdida de líquido amniótico. Sólo en muy raras ocasiones, usted podría sufrir alguna clase de infección como consecuencia de dicho procedimiento o incluso alguna clase de complicación más severa que podría provocarle un aborto espontáneo. Los estudios realizados con respecto a los riesgos que acarrea dicho examen sugieren que podría elevar el riesgo de pérdida fetal en un 0.5%. Es por ello, que la prueba de amniocentesis sólo debería realizarse una vez que se haya comprobado que las ventajas compensarían los riesgos de la misma.

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