Adherencias Derivadas de una Cesárea


Si ya se huviera sometido a una cesárea anteriomente, podría estar preguntándose si la misma no influenciará en sus futuros embarazos. Las cesáreas se están volviendo cada vez más populares, y cada vez son más las mujeres que están optando por someterse a una cesárea en lugar de dar a luz a sus bebés mediante un parto vaginal. Por lo general, las cesáreas son una opción de parto segura y viable. No obstante, las cesáreas también pueden llegar a presentar inconvenientes. Una de sus principales desventajas es que la misma podría provocar el desarrollo de adherencias, las cuales estarían causadas por la propia cirugía. Éstas podrían traer aparejado mucho dolor, molestias, y - en algunos casos - podrían afectar negativamente sus futuros embarazos.

¿Qué son las Adherencias?
Las adherencias son bandas de tejido cicatrizado que se forman en la parte interna del abdomen o de la pelvis luego de haberse sometido a una cirugía. A medida que el cuerpo se vaya recuperando de dicha cirugía, este tejido cicatrizado conectará los diferentes órganos entre sí; provocando que los mismos se peguen unos a otros. Las adherencias abdominales son una de las consecuencias más comunes luego de haberse sometido a una cirugía pélvica o abdominal. De hecho, las mismas se forman en el 93% de las personas que se han sometido a alguna cirugía pélvica. Por otro lado, son particularmente comunes luego de haberse sometido a una cesárea.

¿Qué Cirugías Pueden Provocar la Formación de Adherencias?
Cualquier clase de cirugía podría causar la formación de adherencias. Las adherencias son la forma natural que tiene el cuerpo para ir recuperándose y sanando. No obstante, ciertas operaciones son más propensas a desencadenar la formación de adherencias pélvicas. Además de las cesáreas, estos procedimientos incluyen:

  • Dilatación y curetaje.
  • Histerectomía.
  • Extracción de fibromas.
  • Cirugías en los ovarios.

¿Cómo se Forman las Adherencias?
Las adherencias se forman como una respuesta natural frente a un trauma por el que ha pasado el cuerpo. Todos sus órganos abdominales se encuentran envueltos por una delgada membrana llamada peritoneo. Durante una cesárea, el peritoneo debe ser cortado para que el útero quede expuesto. Como consecuencia de ello, el peritoneo comienza a inflamarse. Después de la cirugía, esta inflamación puede dar lugar a la formación de tejido cicatrizado.

Por lo general, este tejido cicatrizado desaparece luego de que haya pasado un breve período de tiempo, durante un proceso conocido con el nombre de fibrinólisis. No obstante, la cirugía - a veces- disminuye el flujo de sangre que se dirige hacia el peritoneo, evitando que se produzca el proceso de fibrinólisis anteriormente descripto. Como consecuencia de ello; el tejido cicatrizado se transforma en una adherencia.

Complicaciones Derivadas de las Adherencias
Desafortunadamente, las adherencias pueden llegar a causar numerosos efectos colaterales y diferentes complicaciones. Si usted se estuviera por someter a una cesárea, sería sumamente importante que estuviera informada acerca de todas estas posibles complicaciones. Además, debería dejarle saber a su docor de cabecera cualquier efecto secundario que estuviera padeciendo como resultado de alguna cirugía.

Dolor Pélvico o Abdominal:
El dolor pélvico o abdominal es una de las consecuencias más comunes derivadas de las adherencias producidas por una cirugía. Aproximadamente el 38% de las mujeres que experimentan dolor pélvico han desarrollado adherencias. Las adherencias causan dolor porque limitan el movimiento de los órganos internos. Dado que las adherencias "sujetan entre sí" a los órganos; a medida que se vaya moviendo o comience a realizar alguna clase de actividad podría llegar a experimentar un dolor bastante profundo.

Obstrucción Intestinal:
La obstrucción intestinal también es otra consecuencia bastante común derivada de las adherencias quirúrgicas. A veces, el tejido cicatrizado se forma sobre el intestino delgado, provocando que el mismo se bloquee. Como consecuencia de ello, su intestino no podrá excretar los desperdicios, causando efectos secundarios tales como: náuseas, vómitos, y dolor. La obstrucción intestinal puede ocurrir inmediatamente después de una cirugía, o puede surgir varios años más tarde.

Infertilidad:
Muy raramente, las adherencias quirúrgicas podrían poner en peligro la fertilidad de una mujer. Si las mismas se formaran entre los ovarios y las trompas de falopio sería imposible que el esperma pudiera ingresar para fertilizar un óvulo. Estas adherencias también podrían dificultar que un óvulo se desplazara libremente a través de las trompas de falopio.

Parto Posterior a una Cesárea
Si en el pasado se hubiera sometido a una cesárea, y ahora estuviera embarazada o estuviera planificando quedar embarazada; estas adherencias podrían complicar sus planes. Si tuviera que someterse a otra cesárea, su doctor de cabecera debería separar y cortar todas las adherencias antes de comenzar con la cirugía de cesárea. En el caso de las mujeres que se hubieran sometido a más de tres cesáreas; este procedimiento podría tardar de diez minutos a una hora, o incluso más. Si se tratara de una emergencia, ésto podría poner en peligro la vida del bebé.

Si optara por dar a luz a su bebé mediante un parto vaginal luego de haberse sometido a una cesárea , o a un PVDC; las adherencias no deberían causarle mayores problemas, a menos que se hubiera sometido a múltiples cesáreas en el pasado. Por lo general, las mujeres que se hayan sometido a una sola cesárea podrán dar a luz a sus bebés mediante un parto vaginal sin experimentar ninguna clase de dificultad. Existe la posibilidad de que el tejido cicatrizado cubra la incisión realizada, causando la rúptura de su útero. Ésto podría ser sumamente peligroso, ya que podría causar hemorragia masiva o cortar el suministro de oxígeno destinado al bebé. No obstante, el riesgo de experimentar una ruptura uterina durante un PVDC es muy bajo, y por lo general, las posibilidades de que ocurra son menores a uno de cada 1.000 partos.

Tratando las Adherencias Posteriores a una Cesárea
Las adherencias causadas por una cesárea pueden ser tratadas para reducir el dolor o para restaurar la fertilidad de la mujer en cuestión. Para ello, las adherencias deberán ser separadas y extraídas mediante un procedimiento quirúrgico. Esta clase de procedimientos son altamente exitosos, y generalmente logran la recuperación del 60% de todos los pacientes que se someten a ellos. No obstante, las adherencias quirúrgicas podrían formarse nuevamente, y efectivamente ésto sucede en el 70% de los casos.

Previniendo el Desarrollo de Adherencias Luego de una Cesárea
Una serie de estudios recientes han demostrado que las adherencias causadas por una cesárea pueden llegar a evitarse, o al menos, pueden llegar a reducirse. Por lo general, luego de una cesárea, el cirujano no se encarga de reparar el peritoneo. En el pasado se creía que ésto ayudaba a reducir la formación de tejido cicatrizado. Sin embargo, numerosos estudios han descubierto que si después de una cesárea se reparara quirúrgicamente el peritoneo, las probabilidades de experimentar la formación de adherencias disminuiría considerablemente.

En un estudio llevado a cabo en la Universidad de Stanford, se analizó a una cierta cantidad de mujeres que se habían sometido a una cesárea para poder comprobar si las mismas habían desarrollado tejido cicatrizado o adherencias. El 73% de las mujeres a las que no se les había reparado el peritoneo habían desarrollado adherencias. No obstante, sólo el 52% de las mujeres a las que se les había reparado el peritoneo mostraban evidencia de la presencia de algunas adherencias.

Si usted se hubiera sometido a una cesárea y estuviera considerando someterse a otra cesárea en su siguiente embarazo, lo más recomendable sería que hablara con su doctor de cabecera sobre el tema para saber cuál sería la mejor opción teniendo en cuenta su caso en particular: un PVDC u otra cesárea.

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